Vergonzoso

Otra vez. La FIA lo ha hecho otra vez. No me lo puedo creer aún. Hoy era otro día que esperábamos desde hace un tiempo, para saber si al equipo McLaren, y en especial a Lewis Hamilton, iban a sancionarlos por las mentiras de Australia, y cómo de grande iba a ser dicha sanción. También era posible que la escudería angloalemana se librase, y la FIA volviese a hacer la vista gorda una vez más.

Y es que a pesar de que a Hamilton lo sancionaron tras lo ocurrido, se esperaba algo más, al menos para el equipo, por su colaboración en el tema. Además, todo apuntaba a que McLaren lo tenía difícil para irse de rositas, pues eran reincidentes, con varias sanciones (entre ellas la más clara, la del espionaje a Ferrari) en poco tiempo.

En medio de esta espera, los actos vergonzosos se sucedían. Que si Hamilton llorando y pidiendo perdón por cartitas, que si Whitmarsh estaba muy arrepentido e iba a ir a la reunión de París en solitario para llorarle a los señores de la FIA...en definitiva, mostrando su patetismo al mundo sin ningún pudor.

Obviamente, yo, y como yo mucha gente, no nos creíamos nada de ésto, y sabíamos que todo era un juego para que no les sancionasen, pues tengo la certeza de que Hamilton y McLaren no hubiesen estado arrepentidos si tuviesen ese podio de Australia en la mano hoy en día. Así que todo era una pantomima, un cuento, pero que al final les funcionó.

Pero la FIA, haciendo honor a su nombre, se "FIA" de McLaren, y decide perdonarles. Nuevamente, Hamilton se sale con la suya. Al igual que pasó con la grúa en Nurburgring 2007, la FIA ha dicho: "Ésta vez no, pero la siguiente sí". Y en la siguiente se volverá a repetir la historia, a pesar de que aseguren que entonces tendrán tres carreras de suspensión. Lo peor de todo ésto es la sensación que queda de lo fácil que lo tiene McLaren para ser perdonado. En fin, supongo que el dinero también ayuda mucho, y pesa en la decisión.

La conclusión de todo ésto es muy sencilla. La FIA vuelve a hacer una reunión para nada, una reunión para tomarse unos vinitos y hacer una fiesta, pasando de todo, como ya ocurrió con los difusores. No quiero ser prepotente, pues no van a decidir siempre lo que yo quiera que decidan, pero cierto es que dichas decisiones no dejan de ser discutibles. Hamilton y McLaren se han bajado los pantalones, y de nuevo les ha funcionado. Luego dicen que ésto es Fórmula 1, luego quieren hacernos creer que detrás de la competición hay espíritu deportivo.

Me viene ahora a la cabeza un comentario que hizo ayer Bernie Ecclestone en vistas al GP de España de dentro de dos semanas. Decía que esperaba que todo el fervor que hay en nuestro país con la F1 siguiese existiendo cuando Alonso no esté en activo. En otras palabras, que no espera que toda esta pasión dependa de un piloto, sino del espectáculo de la F1. Yo, y como yo mucha gente, creo que sus propósitos no se van a hacer realidad. Al menos en mi caso, pues cada día me dan más razones para que este deporte deje de interesarme. Yo quiero ver un espectáculo, pero siempre y cuando las normas sean las mismas para todos, y no se concedan ventajas a los que más dinero o poder posean, pues eso va en contra del espíritu deportivo al que ya hice mención. Vamos, que yo quiero ver un deporte, y no una guerra política. Lo de hoy es otro paso hacia atrás de una F1 que muere poco a poco.