23/4/15

Red Bull y Renault: Condenados a entenderse ante un futuro incierto

jueves, abril 23, 2015
Cyril Abiteboul (Renault) y Christian Horner (Red Bull) durante la rueda de prensa FIA del viernes en el GP de Malasia

El inicio de la temporada 2015 para los dos equipos propiedad de Red Bull y motorizados por Renault puede calificarse de cercano al desastre, salvando algún resultado entre los diez primeros que les ha servido para acumular un total de 45 puntos en las cuatro primeras carreras. Si bien es cierto que Toro Rosso empezó con bastante buen pie, también lo es que se ven beneficiados por la comparación con sus hermanos mayores, en caída libre después de un 2014 relativamente exitoso. Pese a ello, las numerosas roturas y problemas mecánicos con sus propulsores han sido la tónica dominante en este primer mes de la temporada.


Sorprende que, pese a los numerosos contratiempos que han acumulado en estas primeras cuatro citas, la tensión entre Red Bull y Renault no esté yendo en aumento. Obviamente, ambas partes están destinadas a entenderse al tener un contrato en vigor, pero después de que ya en 2014 viésemos indicios de ruptura ante la aparición de cualquier problema cabía esperar mayores roces en un escenario aún peor como es el actual. El punto álgido de esas discusiones lo pudimos presenciar en la rueda de prensa FIA del viernes en Malasia, después de únicamente un Gran Premio disputado, y como consecuencia de una carrera desastrosa para Red Bull en Australia. Desde entonces, el discurso entre Christian Horner y Cyril Abiteboul se ha calmado severamente y cualquiera diría que a día de hoy apenas tienen un pequeño problemilla entre manos.

Daniil Kvyat pilota su Red Bull en los entrenamientos libres del GP de Baréin
Lo cierto es que ese problemilla es mucho más grande y ambas partes son conscientes de ello. Para Red Bull, el mero hecho de haber perdido su hegemonía supone un paso atrás más que evidente, pero regresar a formar parte de los equipos de mitad de parrilla sin opciones de acercarse a los podios supone un fracaso que no debe sentar nada bien a Dietrich Mateschitz. El multimillonario empresario austríaco y máximo accionista de la compañía no salta a la palestra si no tiene algo importante que decir, por lo que sus recientes declaraciones sobre la posibilidad de que Red Bull abandone la Fórmula 1 han impulsado los numerosos rumores que hasta el momento se veían como una simple pataleta de Horner y compañía. No nos equivoquemos, toda amenaza de este tipo es un arma de doble filo y siempre busca aumentar la presión sobre objetivos determinados, se llamen Renault Sport, Bernie Ecclestone o FIA, pero teniendo en cuenta la escasez de posibilidades que puede barajar Red Bull hay que dar la importancia que se merece a todas ellas.

¿Abandonar la Fórmula 1?

"Sólo nos quedaremos en la F1 si tenemos un coche competitivo, y para eso necesitamos un motor competitivo", fueron las palabras del fundador de la marca de bebidas energéticas. Renault lleva bajo presión desde el momento en que se evidenció su inferioridad respecto a Mercedes y Ferrari al inicio de la nueva era de los V6 Turbo híbridos, y estas palabras suponen otro aviso más para ellos después de que los italianos hayan conseguido dar el paso que los franceses necesitan con urgencia y su posición esté quedando aún más en evidencia. Verse superados por unos recién llegados como Honda a medida que avance la temporada podría ser la gota que colme el vaso de la paciencia de Red Bull, y las consecuencias de una ruptura podrían dejar a ambos sin futuro en esta categoría.

¿Adquirir las acciones de CVC?

Entre las numerosas críticas hacia las normas que, según ellos, "están matando la F1", o hacia el dominio de Mercedes desde la implantación de los nuevos V6, surgió el interesante rumor de una posible adquisición de las acciones de CVC, que convertiría a Red Bull en los principales accionistas de la Fórmula 1. Según múltiples publicaciones como AMuS, Österreich o Blick, la compañía austriaca se haría con el 35% de la participación que actualmente posee CVC, cuyo objetivo principal se vería cumplido al obtener un importante beneficio en la venta de dichas acciones. Dada la escasa repercusión que alcanzó este rumor, pese a los intentos de relacionar la información con declaraciones de Ecclestone y Horner, parece remoto que esto pueda suceder.

¿Vender Toro Rosso a Renault?

Del mismo modo, los rumores que a finales de marzo apuntaban a la compra de Toro Rosso por parte de Renault, que haría regresar a la compañía francesa al primer plano de la competición con un constructor propio, han ido perdiendo fuerza a medida que pasan las semanas. Durante la anteriormente mencionada rueda de prensa de los jefes de equipo en Malasia, probablemente la más interesante de lo que llevamos de año, Franz Tost expresó su total conformidad con esa opción de compra, y Helmut Marko también admitió que estaban considerando implementar una decoración amarilla como la empleada por Renault F1 Team en 2010 con la finalidad de darles más visibilidad, pero que evidentemente debería existir un fuerte apoyo económico por detrás para que esto sucediese. Cyril Abiteboul no cerraba la puerta a ninguna posibilidad en esa misma rueda de prensa, reocnociendo que incluso podrían abandonar la F1 si no existía para ellos un beneficio claro en quedarse.

Rotura de motor en el Red Bull de Daniel Ricciardo al final de la carrera de Baréin
"La prioridad es solucionar los problemas del motor", comentaba el propio Abiteboul, centro de todas las miradas y portavoz apagafuegos de Renault Sport F1. Es evidente que la solución a todos los problemas y conflictos existentes entre Red Bull y Renault pasarían por una mejora considerable de su unidad de potencia, al estilo de lo conseguido por Ferrari entre 2014 y 2015. Pero teniendo en cuenta cómo han empezado la temporada, no parece que eso vaya a suceder en un futuro cercano. La ampliación del número máximo de motores por piloto a lo largo del año tampoco parece que vaya a ayudar demasiado cuando en cuatro carreras Daniel Ricciardo ya va por su cuarto propulsor, y fallos mecánicos de la espectacularidad del sufrido por el propio piloto australiano al final de la carrera de Baréin sólo hacen aumentar la negatividad y las dudas en torno a su capacidad de desarrollo.

La 'estrategia Ferrari' que decidió tomar Red Bull tras terminar la carrera de Australia doblados, amenazando con abandonar la F1 si otros no encontraban solución a sus propios problemas, fue duramente criticada por aficionados y periodistas al considerar que no tiene ninguna base y ver cómo hasta la propia Ferrari ha tomado el toro por los cuernos, modificando además su discurso hacia uno más adaptado a la competición pura. Contrasta también con la actitud de otro histórico como McLaren, situado actualmente en el fondo de la parrilla al inicio de su nuevo proyecto con Honda, pero con la única intención de trabajar para recortar diferencias y acercarse a los mejores. Sobre este asunto recomiendo encarecidamente leer este artículo publicado por el periodista Will Buxton en su blog, donde opina que las amenazas de Red Bull no deben tomarse seriamente, concluyendo con un magnífico: "Quizás debamos dejar las carreras a los carreristas, y la bilis a las bebidas gaseosas."

La pregunta que ahora mismo cabe hacerse es cuál es el futuro de Red Bull Racing, Toro Rosso y Renault en la Fórmula 1. Está claro que todos ellos trabajan ahora mismo en mejorar la situación para que la respuesta no sea un abandono de la categoría, que en el caso de Red Bull debería producirse como venta de sus equipos a algún nuevo inversor o constructor, ante lo que volvió a salir el nombre de Audi en la rumorología. Quizás el éxito de sus cuatro temporadas de dominio les haya hecho perder la paciencia, pero por otra parte es totalmente comprensible que pierdan el interés en seguir invirtiendo en la F1 si no se encuentran entre los mejores. Al fin y al cabo, Red Bull no fabrica motores.

14/4/15

Mercedes busca control ante la amenaza de Ferrari

martes, abril 14, 2015

La victoria de Lewis Hamilton en el Gran Premio de China 2015 no sólo ha permitido al piloto inglés incrementar su ventaja al frente del mundial, sino también establecer una superioridad psicológica que poco a poco parece estar minando la moral de su compañero en Mercedes, Nico Rosberg.


La reacción del alemán al término de la carrera del domingo nos evocó a lo sucedido en Mónaco de la pasada temporada, aunque en esta ocasión los papeles estuviesen totalmente invertidos. Como ya sucediese entonces, la polémica generada ha sido excesiva para una situación con un remedio muy simple: ser más rápido en el momento adecuado.

En ese terreno es Hamilton quien está ejerciendo un dominio absoluto desde el inicio del año, a lo que debemos añadir su superioridad al término del anterior, la cual le llevó en volandas hacia su segundo título mundial ante una escasa capacidad de reacción de Rosberg. Las excesivas quejas del piloto teutón este fin de semana dejan entrever que Lewis también manda ahora en el terreno psicológico, y para muestra sólo hay que ver su reacción inmediata ante las numerosas acusaciones de su rival. Si las pretensiones de Rosberg pasaban por desestabilizarle fuera de la pista, la respuesta no pudo haber sido más clara: "Si Nico quería pasarme pudo haberlo intentado, pero no lo hizo."

Rosberg, Hamilton y Vettel en la rueda de prensa posterior a la carrera del GP de China 2015
Aunque la diferencia de 17 puntos que existe entre ambos después de estas tres primeras carreras no sea excesiva en términos matemáticos, el hecho de que en tan corto periodo de tiempo se genere este conflicto deja claro que esa distancia pesa mucho más en la mente de Rosberg. En las últimas doce carreras disputadas Nico sólo ha conseguido superar a Lewis en una ocasión, con un balance de ocho triunfos para el inglés por una única victoria del teutón, una tendencia que no tiene visos de cambiar en el futuro inmediato. En clasificación, Hamilton también tiene ahora la delantera después de haberse visto superado en el global de la pasada temporada, encadenando tres poles consecutivas que han servido para alimentar la frustración de Rosberg. Nico deberá controlar dicha frustración fuera de la pista y canalizarla de alguna manera en resultados sobre el asfalto, o de lo contrario verá cómo sus opciones de título se evaporan rápidamente, para alegría de un motivado y relajado Hamilton.

El factor Ferrari

Los dobletes logrados por Mercedes en Australia y China les mantienen como claros favoritos en la lucha por ambos Campeonatos del Mundo, pero no debemos pasar por alto que Ferrari, y en particular Sebastian Vettel, están ahora mismo metidos en dicha pelea por méritos propios. Cierto es que tras sólo tres Grandes Premios disputados y con la temporada europea aún por arrancar, momento en el que las fábricas trabajarán a pleno rendimiento, aventurarse a pronosticar que los de Maranello se mantengan en liza hasta el final es demasiado arriesgado, especialmente teniendo en cuenta sus fracasos en pasadas temporadas; pero en el supuesto de que su presión sobre Mercedes se mantenga o incluso se intensifique, hablaríamos de un factor añadido para Mercedes a esa batalla interna en ciernes, además de inédito tras su paseo triunfal en 2014.

La victoria de Vettel en Malasia pudo haber sido fruto de las extremas temperaturas y la mejor conservación de los neumáticos bajo dichas condiciones por parte del SF15-T, teoría que se ve reforzada por lo sucedido en China, donde Mercedes consiguió aguantar en las tandas con los neumáticos blandos y sacar ventaja con los medios ante la mayor dificultad del Ferrari para hacerlos entrar en calor. Pese a ello, en Shanghái Vettel también consiguió presionar a las Flechas Plateadas, y aunque siempre existió la sensación de que los de Brackley tenían la situación controlada, Ferrari volvió a influir en la ecuación al impedirles tomar riesgos con el fin de asegurarse llegar al final de cada tanda con las gomas en buen estado.

Nico Rosberg rodando delante de los Ferrari en el GP de China 2015
Cabe también tener en cuenta que las quejas de Rosberg no fueron en vano ni carentes de fundamento, pues precisamente esa necesidad de controlar el desgaste de los neumáticos le llevó a no intentar un ataque sobre Hamilton que hubiese puesto en riesgo su segunda posición, y el equipo reconoció su parte de razón cuando ordenó a Lewis incrementar su ritmo. Sin embargo, afirmar que el británico le estaba perjudicando a propósito es llegar demasiado lejos, ya que si su ritmo era demasiado lento se debía simplemente a una sobreprotección estratégica tras lo sucedido en Sepang, algo que el equipo debía tener en lo más alto de su lista de preocupaciones desde antes del inicio de la carrera.

La polémica que buscaba generar Nico con sus declaraciones posteriores a la carrera no hizo que la sangre llegase al río, pues desde el equipo han sabido controlar una situación en la que tampoco parece excesivamente complicado llegar a un razonamiento entre todas las partes. El propio piloto alemán dio por zanjado el asunto recientemente al reconocer que la solución a este problema pasa por ser el más rápido desde el sábado: "La peor parte del fin de semana fue perder con Lewis en clasificación por cuatro centésimas de segundo. Depende únicamente de mí ser esas cinco centésimas más rápido la próxima vez."

Sobre el blog

MANDF1

Desde su nacimiento en 2008, más de 500 publicaciones tratan de plasmar en palabras la actualidad, las opiniones y sentimientos de su autor sobre un mundo complejo pero apasionante como es el de la F1.


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