GP Australia 2010 - Vettel, pole de récord

A estas horas de poco va a servir ya contaros lo que pasó este sábado en la segunda sesión de clasificación del campeonato del mundo 2010, pero creo que aún estamos a tiempo de analizar un poco cómo han ido las cosas y pensar qué podemos encontrarnos mañana en carrera. De momento, teniendo en cuenta que muchos siguen pensando que la temporada va a ser un tostón, y si hubiese el trenecito que esos mismos dicen que nos acompañará hasta noviembre, pues podríamos dar a los Red Bull como ganadores, ya que han dominado la jornada con autoridad. Pero como yo no opino lo mismo, creo que vamos a ver una buena carrera, le pese a quien le pese.

A estas horas de poco va a servir ya contaros lo que pasó este sábado en la segunda sesión de clasificación del campeonato del mundo 2010, pero creo que aún estamos a tiempo de analizar un poco cómo han ido las cosas y pensar qué podemos encontrarnos mañana en carrera. De momento, teniendo en cuenta que muchos siguen pensando que la temporada va a ser un tostón, y si hubiese el trenecito que esos mismos dicen que nos acompañará hasta noviembre, pues podríamos dar a los Red Bull como ganadores, ya que han dominado la jornada con autoridad. Pero como yo no opino lo mismo, creo que vamos a ver una buena carrera, le pese a quien le pese.

De momento hemos podido comprobar algo que con la remodelación del trazado de Bahrein no habíamos sido capaces de ver, y es que los monoplazas de 2010 son, sorprendentemente, los más rápidos respecto a otros años. Y digo sorprendentemente porque a pesar de las limitaciones aerodinámicas y técnicas (control de tracción, neumáticos más duros y estrechos, motores V8, etc...) se están batiendo los récords que en la mayoría de los circuitos databan del año 2004. En la sesión de hoy ha caído el récord del circuito de Albert Park, que poseía Michael Schumacher desde ese año y estaba en 1:24.125. Hoy, tres pilotos han rodado por debajo de ese tiempo, y el poleman, Sebastian Vettel, ha dejado el nuevo récord en 1:23.919, siendo el único capaz de bajar de 1:24.000 en este trazado hasta el momento.

Es cierto que en los pasados años no se daba una situación en la que los monoplazas rodasen con escasa carga de gasolina y neumáticos nuevos, pero también es cierto que respecto a los años como 2004 donde sí se daban unas circunstancias similares en calificación, se ha dado un paso adelante en evolución aerodinámica desde la pasada temporada, y los ingenieros siguen haciendo más pequeños unos límites que parecían agrandarse con ciertas medidas introducidas durante el último lustro.

Pero centrándonos en el presente, lo visto hoy no hace sino demostrar que la base aerodinámica más potente del pasado año era la del RB5, algo que pudimos ver con claridad en la segunda mitad del campeonato, pero que a algunos no les había quedado demasiado claro. Ahora ya se puede observar perfectamente que Adrian Newey tiene la clave para hacer de Red Bull un coche campeón, y quienes intentan impedírselo sólo pueden luchar por reducir distancias, pues los de las bebidas energéticas, haciendo honor a su lema, ya han sacado sus alas y han tomado la delantera. Vettel es una realidad, un piloto devastador a una vuelta que puede arrasar si la cabeza (y la suerte) le acompañan durante el año. Webber parece estar un escalón detrás del alemán, pero se puede crecer por momentos, como en el día de hoy ante su afición, y tiene una regularidad mayor, a priori, que el alemán.

Pero a la fiesta de los austríacos se une Fernando Alonso, quien sigue sacando la última gota de la esponja y reduciendo una diferencia que en realidad es bastante grande a tan sólo una décima. En su propio equipo están alucinando con el rendimiento del español, que como ocurrió en Bahrein, parece ser la única alternativa al dominio de los actuales subcampeones del mundo, con permiso de un Felipe Massa que hoy no ha tenido su día, pero que seguramente estará al acecho en circuitos como Istambul Park. Por detrás, parecía que McLaren había dado un paso, pero Hamilton cayó en Q2 dando la campanada del día y Button, a pesar de colocarse en cuarto lugar, se quedó a medio segundo de Fernando. Los Mercedes siguen en el mismo lugar, a pesar de que también se habían mostrado algo más fuertes en los libres, y Rosberg sigue ganándole la partida a Michael, incluso en un circuito como éste donde el alemán ha dominado a su gusto durante sus años dorados.

Renault y Kubica forman una combinación perfecta para estar al acecho, aunque Petrov siga teniendo que mejorar para progresar adecuadamente en una escudería que no se rinde a pesar de sus enormes problemas. Barrichello ha dado hoy un salto cualitativo con su Williams y Force India sigue pareciendo fuerte, pero no acaba de dar el salto que le coloque claramente en cabeza del segundo grupo. Las distancias se van agrandando y cuando hablamos de Toro Rosso y Sauber ya nos vamos más allá del segundo y medio, una barrera demasiado grande para soñar con podios, pero no tanto para pensar en los puntos. En Melbourne, un circuito donde suele haber accidentes, variaciones, safety-car...pueden aprovechar y meterse en el top10, algo que no pueden ni pararse a pensar en Lotus, Virgin y HRT, donde simplemente les parecerá bien terminar la carrera, algo realmente complicado.

Lo bueno de todo ésto es que los párrafos que acabo de escribir pueden servir de bien poco si, como indican en la web oficial de la Fórmula 1, la lluvia visita las antípodas y las tormentas sacuden Albert Park. Una carrera en seco quizás no sería previsible, dado que la primera curva, la primera vuelta, o la carrera entera puede producir un accidente y una neutralización; pero una carrera en mojado es absolutamente imprevisible, y más en un año recién estrenado. Aunque teniendo en cuenta quién tiene la pole, quizás la victoria para Vettel sea más sencilla incluso en mojado. Pero como yo no soy meteorólogo, no voy a seguir haciendo cábalas y simplemente me sentaré mañana a las 8:00 (recordad adelantar una hora los relojes) a disfrutar, que es lo que probablemente todos deberíamos hacer en lugar de quejarnos a las primeras de cambio.

Hablando de quejas, y ya para cerrar la entrada, Michael Schumacher se quejó a Fernando Alonso tras finalizar la sesión por, según dice el propio piloto alemán, ser "frenado por él en mi última vuelta. Le pregunté si desde su equipo le habían informado por radio de que yo estaba en vuelta rápida. En la reunión de ayer con los pilotos habíamos acordado que en estos casos se avisaría por radio. Fui a preguntarle a Whiting si las normas habían cambiado. Si estás dando lo mejor de ti, como estaba haciendo yo hasta el momento, y alguien te frena, no es muy agradable."

La verdad es que al escucharle sólo me pregunto si en realidad alguien le está frenando o es él el que necesita frenar a los demás para superarles en un Gran Premio. Quizás en lugar de preguntarse si han cambiado las normas debería pensar en si lo que ha cambiado es el favoritismo que tenía en sus años dorados por parte de los comisarios. Bueno, también podía haberle preguntado a Whiting, ya que estaba, si sus tiempos de ayer con bandera roja en pista fueron legales. Pero bueno, puede que lo haya olvidado, cosas de la edad.

Fernando Alonso ha sacado petróleo, como siempre, de su monoplaza, y se ha quedado a un suspiro de los Red Bull. ¿Podrá repetir mañana lo que hizo en Bahrein? Ya lo veremos.