Vaya carrera. Nos estamos acostumbrando a las grandes emociones en Brasil y la verdad es que no nos está defraudando en lo que a espectáculo se refiere este circuito de Interlagos. Al menos en los dos últimos años, y especialmente en este 2008, la igualdad hace que todo se decida en esta montaña rusa del automovilismo. Y aunque el final no haya sido el que todos esperábamos, la carrera ha sido posiblemente la mejor del año junto con Spa.
Y es que por momentos todo se parecía a aquel siete de septiembre donde el espectáculo vino marcado por un chaparrón a pocas vueltas del final. En Interlagos todo empezaba así, con la incertidumbre de la lluvia. Cuando los pilotos se disponían a dar la vuelta de formación, comenzó a caer agua. Se aplazó la salida, se cambiaron los neumáticos a los veintidos coches y de nuevo listos para afrontar la carrera. Pero con una clara diferencia, esta vez sobre piso mojado.
Mucho se ha hablado de lo que beneficiaba a Hamilton la lluvia, pero la realidad al final ha sido bastante distinta. Entre que el inglés no quiso tomar muchos riesgos y que detrás tenía a nada más y nada menos que Alonso y Vettel, las cosas parecían bastante complicadas para el inglés. Y lo fueron, vaya que si lo fueron.
En la salida, Kovalainen se puso por delante por un momento, pero dejó pasar a Lewis delante, mientras Massa lideraba sin mayores complicaciones ya que el Toyota de Trulli no parecía un peligro. Por detrás, Vettel arrancaba fuerte y Alonso se pegaba a Kovalainen hasta adelantarlo. Sin duda parecía que tanto el alemán como el español se encontraban en su salsa. Unas pocas vueltas más tarde llegaba lo que todo el mundo esperaba. La pista se iba secando y llegaba el momento de los de atrás. La carrera se le complicaba a Hamilton. Entraban por detrás gente como Heidfeld o Barrichello a poner slicks. Una vuelta más tarde entraban Vettel y Alonso. Más tarde entraba el resto, pero a la salida, sorpresa. Vettel se ponía segundo y Alonso tercero, mientras que lewis Hamilton se ponía quinto, en el abismo un año después.
De todas formas parecía que el inglés tenía controlada la situación, y más después del cambio de estrategia de Toro Rosso a tres paradas, algo que no dio resultado a Vettel, que cayó a la quinta plaza detrás del virtual campeón del mundo. Las vueltas pasaban y Hamilton estaba cada vez más cerca del título. Pero todo se complicó otra vez en cuanto se anunció lluvia para el final de la carrera. A siete vueltas del final, empezaba a llover. Más emoción imposible. Por delante, Massa sacaba más de diez segundos a Fernando Alonso que era segundo. Kimi Raikkonen empezaba a acechar al piloto español que sin embargo lograba aguantar las acometidas bajo la lluvia con los slicks. Entraban todos a boxes, menos Massa. Maniobra arriesgadísima la de Ferrari que sin embargo salió bien. Massa entró una vuelta más tarde y, sorprendentemente, no perdió tiempo, mantuvo al Renault número cinco a más de diez segundos. La victoria ya estaba clara. La emoción estaba por detrás, porque Timo Glock no había entrado a cambiar sus neumáticos en uhna maniobra inteligente pero arriesgadísima que gracias a que no llovió intensamente, sirvió al alemán para mantenerse en pista. Vettel, un grandísimo piloto en lluvia, presionaba a Hamilton, que no quería arriesgar pero no le quedaba otro remedio, ya que era quinto y el sexto puesto no le valía. El Toro Rosso se comió al McLaren y todo había cambiado. Massa era virtualmente campeón. Cuatro, tres, dos, última vuelta y todo sigue igual. Glock sigue perdiendo tiempo pero está lejos, Vettel y Hamilotn pegados, el inglés debe adelantarlo. Trallazo del McLaren y Vettel se distancia, el público lo celebra y grita. Estamos ante uno de los finales más emocionantes de la historia. Llega la última curva, aparece la silueta roja y blanca del Toyota de Glock. No puede trazar bien la curva, la aceleración con los slicks es lentísima.
Massa entra a meta y celebra con el dedo la victoria. El público muestra claramente la tensión que hay en el ambiente. Alonso entra segundo, magnífica carrera del asturiano, el mejor piloto del año. Kimi hace su trabajo de escudero a la perfección y termina tercero. Llega el momento, Glock es supuestamente el cuarto. El tiempo se hace eterno para Massa y para la afición brasileña. Llega Vettel, cuarto el alemán, por detrás Hamilton es quinto. Pocos se dan cuenta. En Ferrari lo celebran. En McLaren también. Sólo acierta McLaren. Hamilton es el campeón del mundo más joven de la historia. Glock entra sexto, en Ferrari se dan cuenta de lo sucedido y avisan al padre de Massa. Decepción enorme. A Massa se le caen las lágrimas. No lo ha podido tener más cerca. El brasileño acabó siendo merecedor de un título que a priori no se merecía ninguno de los dos. Pero así es el deporte.
Llegan Kimi y Alonso al pit-lane. El asturiano se baja del coche sabedor de que le acaban de arrebatar un nuevo récord. Éste ya duele. Pero todos sabemos lo que ha pasado en 2007 y eso nos consuela en parte. Llega Massa con la visera del casco abierta y los ojos llorosos. Se baja del coche y hace el gesto del año. Increíble gesto del piloto brasileño hacia su fiel afición. Por detrás, Hamilton está nervioso, tanto que no da metido el volante en el coche. Acaba de ganar en la última curva y lo va a celebrar con su equipo. Hace tiempo que no vemos a un campeón fuera del podio.
Al podio suben los tres. Alonso es el queso en el sandwich de Ferrari. Es un podio triste. Massa sale, se va hacia su publico y repite el gesto con la mano en el corazón y lloorando. Es impresionante. Alonso y Kimi no parecen contentos, es de entender. Bajo un intenso viento y una intensa lluvia se celebra el podio más triste de la temporada. Y es que nunca llueve a gusto de todos.
Yo, personalmente, me quedo para terminar con el gesto de Massa y con una frase de Pedro Martínez de la Rosa:
Y es que por momentos todo se parecía a aquel siete de septiembre donde el espectáculo vino marcado por un chaparrón a pocas vueltas del final. En Interlagos todo empezaba así, con la incertidumbre de la lluvia. Cuando los pilotos se disponían a dar la vuelta de formación, comenzó a caer agua. Se aplazó la salida, se cambiaron los neumáticos a los veintidos coches y de nuevo listos para afrontar la carrera. Pero con una clara diferencia, esta vez sobre piso mojado.
Mucho se ha hablado de lo que beneficiaba a Hamilton la lluvia, pero la realidad al final ha sido bastante distinta. Entre que el inglés no quiso tomar muchos riesgos y que detrás tenía a nada más y nada menos que Alonso y Vettel, las cosas parecían bastante complicadas para el inglés. Y lo fueron, vaya que si lo fueron.
En la salida, Kovalainen se puso por delante por un momento, pero dejó pasar a Lewis delante, mientras Massa lideraba sin mayores complicaciones ya que el Toyota de Trulli no parecía un peligro. Por detrás, Vettel arrancaba fuerte y Alonso se pegaba a Kovalainen hasta adelantarlo. Sin duda parecía que tanto el alemán como el español se encontraban en su salsa. Unas pocas vueltas más tarde llegaba lo que todo el mundo esperaba. La pista se iba secando y llegaba el momento de los de atrás. La carrera se le complicaba a Hamilton. Entraban por detrás gente como Heidfeld o Barrichello a poner slicks. Una vuelta más tarde entraban Vettel y Alonso. Más tarde entraba el resto, pero a la salida, sorpresa. Vettel se ponía segundo y Alonso tercero, mientras que lewis Hamilton se ponía quinto, en el abismo un año después.
De todas formas parecía que el inglés tenía controlada la situación, y más después del cambio de estrategia de Toro Rosso a tres paradas, algo que no dio resultado a Vettel, que cayó a la quinta plaza detrás del virtual campeón del mundo. Las vueltas pasaban y Hamilton estaba cada vez más cerca del título. Pero todo se complicó otra vez en cuanto se anunció lluvia para el final de la carrera. A siete vueltas del final, empezaba a llover. Más emoción imposible. Por delante, Massa sacaba más de diez segundos a Fernando Alonso que era segundo. Kimi Raikkonen empezaba a acechar al piloto español que sin embargo lograba aguantar las acometidas bajo la lluvia con los slicks. Entraban todos a boxes, menos Massa. Maniobra arriesgadísima la de Ferrari que sin embargo salió bien. Massa entró una vuelta más tarde y, sorprendentemente, no perdió tiempo, mantuvo al Renault número cinco a más de diez segundos. La victoria ya estaba clara. La emoción estaba por detrás, porque Timo Glock no había entrado a cambiar sus neumáticos en uhna maniobra inteligente pero arriesgadísima que gracias a que no llovió intensamente, sirvió al alemán para mantenerse en pista. Vettel, un grandísimo piloto en lluvia, presionaba a Hamilton, que no quería arriesgar pero no le quedaba otro remedio, ya que era quinto y el sexto puesto no le valía. El Toro Rosso se comió al McLaren y todo había cambiado. Massa era virtualmente campeón. Cuatro, tres, dos, última vuelta y todo sigue igual. Glock sigue perdiendo tiempo pero está lejos, Vettel y Hamilotn pegados, el inglés debe adelantarlo. Trallazo del McLaren y Vettel se distancia, el público lo celebra y grita. Estamos ante uno de los finales más emocionantes de la historia. Llega la última curva, aparece la silueta roja y blanca del Toyota de Glock. No puede trazar bien la curva, la aceleración con los slicks es lentísima.
Massa entra a meta y celebra con el dedo la victoria. El público muestra claramente la tensión que hay en el ambiente. Alonso entra segundo, magnífica carrera del asturiano, el mejor piloto del año. Kimi hace su trabajo de escudero a la perfección y termina tercero. Llega el momento, Glock es supuestamente el cuarto. El tiempo se hace eterno para Massa y para la afición brasileña. Llega Vettel, cuarto el alemán, por detrás Hamilton es quinto. Pocos se dan cuenta. En Ferrari lo celebran. En McLaren también. Sólo acierta McLaren. Hamilton es el campeón del mundo más joven de la historia. Glock entra sexto, en Ferrari se dan cuenta de lo sucedido y avisan al padre de Massa. Decepción enorme. A Massa se le caen las lágrimas. No lo ha podido tener más cerca. El brasileño acabó siendo merecedor de un título que a priori no se merecía ninguno de los dos. Pero así es el deporte.
Llegan Kimi y Alonso al pit-lane. El asturiano se baja del coche sabedor de que le acaban de arrebatar un nuevo récord. Éste ya duele. Pero todos sabemos lo que ha pasado en 2007 y eso nos consuela en parte. Llega Massa con la visera del casco abierta y los ojos llorosos. Se baja del coche y hace el gesto del año. Increíble gesto del piloto brasileño hacia su fiel afición. Por detrás, Hamilton está nervioso, tanto que no da metido el volante en el coche. Acaba de ganar en la última curva y lo va a celebrar con su equipo. Hace tiempo que no vemos a un campeón fuera del podio.
Al podio suben los tres. Alonso es el queso en el sandwich de Ferrari. Es un podio triste. Massa sale, se va hacia su publico y repite el gesto con la mano en el corazón y lloorando. Es impresionante. Alonso y Kimi no parecen contentos, es de entender. Bajo un intenso viento y una intensa lluvia se celebra el podio más triste de la temporada. Y es que nunca llueve a gusto de todos.
Yo, personalmente, me quedo para terminar con el gesto de Massa y con una frase de Pedro Martínez de la Rosa:
"Massa ha perdido un mundial, pero se ha ganado el respeto del mundo"
Fue un carrerón de los que marcan y hacen afición, yo la viví uffffff todavía me acuerdo y se ponen los pelos de punta.
ResponderEliminarSinceramente las lágrimas de Massa las sentí enormemente, la celebración del box de Ferrari y darse cuenta de la realidad yo lo sentí muchisimo, yo estaba celebrando también el triunfo de Massa, pero esto es la F1 y hasta la bandera a cuadros pero de todos, no hay nada decidido y esto es lo que hace tan bonito y tan adictivo a este deporte, me encanta la F1 y la carrera de ayer ya queda para el recuerdo como el mejor final de los que he visto hasta ahora.
Ayer era un podio triste por lo que pasó, sseguramente la victoria más amarga que tendrá nunca Massa.
Yo también me quedo con la frase del grandisimo Pedro: "Massa ha perdido el mundial, pero se ha ganado el respeto del mundo" es muy cierto eso y que grande es Pedro diciendo cosas como estas.
Saludos