¿Y si Renault también se va?

Tras lo ocurrido con el monoplaza de Vettel en la pasada carrera de Valencia, donde el alemán rompió dos motores en un mismo fin de semana, el debate sobre el futuro de Renault vuelve a salir a la luz. Si además le añadimos el bajo rendimiento del equipo oficial y los continuos rumores de que Fernando Alonso no correrá para ellos en 2010, además de alguna que otra declaración que pudimos escuchar ya en pretemporada, no me sorprendería nada que la escudería del rombo fuese la siguiente en abandonar, quizás junto a Toyota.

¿Os resulta demasiado extraña la pregunta que titula esta entrada? A mi desde luego no, y a algunos como Briatore cada vez menos, pues ya está acostumbrado a contestar con un no rotundo cada vez que se la formulan. La actual situación de la escudería francesa sabemos que no es ni mucho menos la mejor de los últimos tiempos, aunque realmente no parezca tampoco la peor, y menos teniendo en cuenta que a principios de año los rumores sobre su desaparición eran aún mayores.

Pero es obvio que determinados factores pueden detonar un fatal desenlace para los campeones del mundo de constructores en 2005 y 2006, o quizás sea al contrario y dichos factores no sean más que las primeras consecuencias de dicho final. Hace tan sólo unos días conocíamos por sorpresa que BMW se retiraba tras cuatro años como constructor y alguno más como proveedor de motores, y todo indica que no serán los últimos en hacerlo.

Desde esta pretemporada, e incluso antes (sobre todo tras el anuncio de Honda), Toyota y Renault eran las dos escuderías que estaban en el punto de mira para ser los siguientes. Los primeros han ido sobreviviendo poco a poco, pero tras no haber aprovechado la ventaja del doble difusor para conseguir la primera victoria (objetivo primordial en este 2009) y conocerse noticias como la de la ruptura del acuerdo con el circuito de Fuji, los nipones no han sino ganado más papeletas para ser los siguientes en hacer las maletas.

En el caso de Renault también hay indicios similares, ya que el presidente de la marca, Carlos Goshn, reconoció a principio de temporada que a pesar de las dificultades económicas, se apoyarían en la F1 para reflotar un poco su mercado. Obviamente, y aunque aún pueden llegar buenos resultados (no olvidemos lo ocurrido el pasado año), cierto es que los hasta ahora cosechados no invitan al optimismo.

Pero sin duda el dato más importante, y que como digo puede ser un consecuente o una consecuencia de la marcha de la marca francesa, es el hecho de que Red Bull deje de confiar en ellos y se cambie a Mercedes. Algo que por otra parte no debería sorprendernos, ya que a principios de este 2009 Bernard Rey (presidente de Renault F1) aseguraba que no suministrarían motores a equipos cliente en 2010. Pero sin duda, teniendo en cuenta que los únicos resultados que está consiguiendo la firma del rombo vienen de la mano de los toreros rojos, sería un golpe bastante fuerte centrar todos los esfuerzos en una sóla escudería y fracasar.

Y ahí es donde entra otro tema desencadenante que realmente no tengo ganas de analizar, pero que no puedo obviar en esta entrada, y es la posible marcha de Fernando del equipo. Ghosn se ha apresurado en declarar que Alonso seguirá en Renault, comentando: "Habrá que preguntárselo a él, pero a mi parecer Alonso correrá en renault en 2010". Unas declaraciones que, unidas a las que hizo a principio de temporada, que ya analizamos en su momento, y en las que el propio Ghosn no se atrevía a pronosticar un futuro para el equipo en los próximos años, hacen que mis dudas se acrecenten.

No es ninguna tontería pensar en que Alonso puede no estar en Renault en 2010, a pesar de que una complicación con Ferrari prácticamente nos haría decantarnos a todos por la opción francesa (como ya ocurrió este año, no lo olvidemos), pero últimamente todo indica que el asturiano tiene un pie fuera de su actual escuadra, por más que "cost killer" (así apodan a Carlos Ghosn, el asesino de costes) se empeñe en metérselo para dentro.

Obviamente todo depende como siempre de la famosísima crisis económica que tanto y tanto nos ha aburrido durante los últimos meses, y que tantas consecuencias sorprendentes está trayendo al mundo del deporte en general, y al del motor en particular. Honda y BMW en Fórmula 1, Suzuki y Subaru en el WRC, Kawasaki en MotoGP y Porsche y Audi en las American Le Mans Series. Si todas esas marcas tan prestigiosas han tenido que abandonar algunas de las categorías en las que participan, y siendo lo que han sido en las mismas en los últimos tiempos, desde luego que lo de Toyota y/o Renault sería simplemente un caso o dos más a añadir a esta lista negra, y ya no nos sorprendería tanto, aunque obviamente afectaría enormemente a la Fórmula 1.

De momento nada está dicho, y nadie sabe si Fernando Alonso abandonará este equipo, si Red Bull hará lo propio con sus motores o si las ganancias de los galos serán o no suficientes para seguir, así como tampoco nadie puede decir rotundamente que Toyota no vaya a ganar una carrera este año. Pero cierto es que todos estos factores tienen bastantes probabilidades de cumplirse, y casi prefiero estar preparado antes de que me pille de sorpresa como ocurrió con BMW.

Los motores Renault brillaron este año en China y Hungría, consiguiendo las tres primeras posiciones de la parrilla de salida. Pero si Red Bull abandona los motores franceses y Alonso se va a otra escudería, estas fotos para el recuerdo de la marca del rombo podrían no volver a repetirse.