Iceman ha vuelto

Kimi Räikkönen ha vuelto a lograr una victoria en la F1. Lo hizo en una de las carreras más extrañas y con más abandonos del año, en la que Fisichella rozó la victoria con su Force India y los BMW regresaron a los puestos de honor. El líder del mundial, Button, abandonó por primera vez este año, mientras Vettel terminó tercero y Webber perdió sus opciones por otra discutible sanción. Alonso y Alguersuari no pudieron terminar la carrera.

Se preveía una carrera diferente y extraña, y así ha sido. El GP de Bélgica quizás no será recordado como el mejor de la temporada, como sí lo fue en 2008, pero seguramente lo será por otras muchas razones que lo han hecho tan especial. Tras la locura de la calificación de ayer sábado, hoy no hemos podido volver a la normalidad, y las sorpresas que ayer vivimos no han hecho sino confirmarse en las cuarenta y cuatro vueltas disputadas.

Fisichella salió bien, y mantuvo el liderato durante los primeros copases de la prueba. La atención en la salida se centraba en Barrichello, quien volvía a quedarse clavado en la salida como ya le ocurrió en Australia. En la primera curva hubo algún que otro toque, y Fernando Alonso se vio involucrado en uno de ellos con Adrian Sutil, cuando el alemán le golpeó fuertemente en la parte izquierda de su coche. Ambos pudieron seguir, aunque el español sería el claro perjudicado de la situación. Tras la enorme recta posterior a Eau-Rouge, llegó la fuerte frenada antes de la chicane de Les Combes, y con ella el primer lío. Grosjean se llevó puesto a Button, provocando además que Hamilton y Alguersuari se tocasen, teniendo que abandonar los cuatro.

Eso provocó la salida del safety-car, a quien ya se echaba de menos en esta temporada, y sobre todo en SPA, donde es raro que no salga, aunque ni en 2007 ni en 2008 lo hizo. Fueron unas vueltas de relax que sirvieron a los pilotos para ahorrar algo de combustible, y que a Kimi Räikkönen, que había hecho una espectacular salida colocándose segundo, le daban la oportunidad de ponerse líder superando a Fisichella. No se lo pensó dos veces y apretando el KERS logró adelantarlo en plena recta antes de Les Combes.

La llegada de las primeras paradas para los de cabeza, que iban a dos, hacía que los que salían con más gasolina y una estrategia de una sóla parada subiesen posiciones. Así, Fernando Alonso, el primero de los que tenían esa estrategia, se colocaba tercero. Mark Webber, que paraba en la misma vuelta que Nick Heidfeld, arriesgó en su salida de boxes para adelantar al alemán, lo cual le supuso una nueva penalización. No deja de ser sorprendente que a Webber le sancionen a la mínima, mientras que a muchos otros se lo pasen todo por alto incomprensiblemente. Así, tras el abandono de Button, Webber perdía las opciones de recortarle una buena dosis de puntos en el campeonato. ¿Curioso, no? Que cada uno saque sus propias conclusiones.

La carrera seguía con normalidad, hasta que llegó la parada de Fernando Alonso. El español tenía el tapacubos delantero izquierdo dañado tras el toque que le dio Sutil, y los mecánicos no conseguían ponérselo de nuevo, ni cambiárselo por otro, quizás porque la suspensión estaba también dañada. El resultado, pues que Fernando perdió cincuenta segundos en su parada para abandonar en la siguiente vuelta. Una nueva decepción en una carrera en la que podría haber terminado entre los cinco primeros, e incluso luchar por el podio. No añadiré nada más al respecto, que cada uno saque de nuevo sus conclusiones. Trulli también se retiró en esa misma vuelta.

Por delante, tras las segundas paradas de los de cabeza, Vettel se quedaba sólo en cabeza, luchando por una plaza en el podio. Tras realizar su segunda parada, conseguía salir por delante de los dos BMW. En cabeza mandaba Kimi, con Fisichella pegado a su Ferrari en todo momento. Kubica era el cuarto y Heidfeld el quinto. A tres vueltas del final, Barrichello, que rodaba séptimo tras el McLaren de Kovalainen, veía cómo el motor de su Brawn tenía problemas y dejaba una estela de humo tras él. Fueron momentos de tensión en el box de Brawn GP, pero Rubens pudo milagrosamente terminar la carrera consiguiendo dos puntos y, sobre todo, evitando que Webber, que finalmente fue noveno, le adelantase y ganase un punto.

Räikkönen conseguía una merecida victoria, algo que no lograba desde el GP de España del pasado año, y que supone el tercer podio de este 2009. Además, el finlandés se coloca cuarto en el mundial, superando a un Rosberg que hoy sólo pudo ser octavo. Fisichella terminó un fin de semana de ensueño para él y para Force India, no sólo consiguiendo los primeros puntos para la escudería, sino finalizando segundo y logrando un importante podio para el futuro de la escudería. Y, ¿quién sabe? quizás este podio le abra una puerta roja en Monza.

Vettel fue tercero y recortó seis puntos a Button en el campeonato, con lo que compensa bastante las últimas decepciones sufridas en las anteriores carreras, mientras la pareja de BMW terminó en cuarta y quinta posición, con Kovalainen sexto, Barrichello séptimo y Rosberg octavo, como comentábamos, cerrando las posiciones de puntos.

Ha sido una carrera atípica, con un Force India en el podio, un Ferrari volviendo a ganar, seis abandonos en carrera y escuderías como BMW o Toyota encontrando un punto de luz, a pesar de que los nipones no pudiesen corroborarlo con un buen resultado. De la misma forma es atípico ver el primer abandono de Button, que hasta ahora había completado todas las vueltas de la temporada, así como el de Hamilton. Renault, en cambio, estuvo en su tónica, y sigue cavando esa fosa en la que dentro de poco tiempo terminarán enterradas sus ilusiones.

Fernando Alonso se vio nuevamente obligado a abandonar por un problema en uno de sus tapacubos. Es el segundo abandono del año para el español y la enésima decepción de Renault en un Gran Premio de Fórmula 1.