Tras un año marcado por las polémicas extradeportivas, en las que tanto la FIA como la prensa han hartado a más de uno (me incluyo, por supuesto) llegando incluso a extremos insospechados, en algunos casos irreconciliables, ya es hora de que hablemos un poco de deporte o, al menos, de algo realmente interesante.
Mientras muchos aún celebrábamos el primer podio de la temporada para Alonso, y algunos mirábamos hacia Suzuka con esperanzas, llegó Stefano Domenicalli en coalición con Kimi Räikkönen y el propio Fernando para darnos la noticia del año en el ámbito deportivo, y la de la década en el ámbito de la Fórmula 1. Dicha noticia no ha sido otra que el fichaje del asturiano por Ferrari, ese que tantos listos predecían sin éxito año tras año.
Pero dejemos un momento de pensar en rojo, que se nos echa el próximo Gran Premio encima. La penúltima prueba asiática del calendario nos devuelve a uno de los escenarios más míticos de la historia del automovilismo. Es uno de esos lugares como SPA o Mónaco, donde la Fórmula 1 siempre recupera la mejor de sus caras, pase lo que pase por detrás. Y en un año como éste, es de agradecer, la verdad.
Suzuka vuelve a la Fórmula 1, o la Fórmula 1 vuelve a Suzuka, tres años después de la última carrera disputada allí. En los últimos dos años los monoplazas rodaron en el Fuji Speedway, que poseía la recta más larga del campeonato y una de las más largas del mundo con 1.3 kilómetros de longitud, además de estar vigilado de cerca por el Monte Fuji, aunque al lado de Suzuka hasta la gran montaña se sonrojaba. Finalmente este segundo, que había sido sede del GP de Japón desde 1987 hasta 2006, volvió a donde nunca debió haberse ido, y de momento lo hace para no marcharse de nuevo.
En Suzuka se han vivido duelos de infarto, como los famosísimos entre Senna y Prost en 1989 y 1990 o el espectáculo de Satoru Nakajima en 1988, rodando con un Lotus en los tiempos de Senna y recuperando 13 posiciones en 17 vueltas para terminar séptimo. Además, en él se han proclamado campeones del mundo muchos pilotos y escuderías, dado que generalmente era el Gran Premio que cerraba la temporada.
Pero centrándonos en los últimos años, podemos afirmar que Fernando Alonso y Kimi Räikkönen son los actuales reyes de Japón. El asturiano ha logrado tres podios y dos victorias en los últimos cuatro años, mientras que el finlandés logró una de las mejores victorias de la historia en 2005 y acumula otros cuatro podios más (2002, 2003, 2007 y 2008).
La carrera de 2005, como digo, fue una de las mejores (junto con la de Imola de ese mismo año) que he presenciado ante el televisor, con Kimi remontando 16 plazas para ganar y Fernando avanzando 12 para terminar tercero. Además, en nuestras retinas quedaron grabados dos de los mejores adelantamientos de la historia. El primero lo realizó Fernando en la curva 130-R, la más rápida del mundial, por fuera, a Michael Schumacher. El segundo se lo hizo Kimi Räikkönen en la espectacular primera curva del circuito a Fisichella en la última vuelta para ganar la carrera. No hay duda, fue una carrera digna de videoteca.
En 2006 la de Japón fue la carrera que decidió el campeonato a favor de Alonso, cuando el Ferrari de Schumacher sufría una rotura de motor, algo que raramente o nunca había sucedido, y el español se encontraba con una victoria que deshacía el empate en el campeonato a falta de una carrera, dejándolo visto para sentencia en Brasil.
En 2007 la suerte que había acompañado a Fernando en los años anteriores se torció para sumar en Japón el único abandono de esa fatídica temporada. En el regreso de Fuji a la Fórmula 1, la lluvia, un toque con Vettel y el posterior accidente dejaron a Alonso con pocas opciones de título, aunque después ocurriría lo que todos sabemos ya. Fue el segundo traspiés de Fernando en el país del sol naciente junto con el que sufrió en 2003. En 2001 con Minardi había logrado una increíble undécima posición, mientras que en 2004 fue quinto con el r24.
El pasado año Fuji iba a devolver toda la suerte que le faltó en 2007 a Fernando en forma de la que, como se ha terminado demostrando, fue la única victoria legal del año para el español, en otra de esas carreras que aunque no sean espectaculares, siempre pasarán a nuestro recuerdo por las sensaciones vividas.
En este 2009, año del regreso de Suzuka, no esperamos algo diferente a una carrera aburrida, y hasta me atrevería a decir que la emoción y el espectáculo están totalmente asegurados. Además, teniendo en cuenta las motivaciones que pueden tener los dos reyes en activo de Japón, el hecho de que Button tiene el priemr match-ball, entre otros muchos factores, pueden hacer de este Gran Premio otro más para archivar junto a los de 2005, 2006 y 2008. Aunque, obviamente, no soñemos demasiado con lo inalcanzable, que el podio de Singapur ya fue demasiado bonito como para que se repita. Mejor esperar y en caso de que algo ocurra llevarnos una grata sorpresa, como ya pasó el pasado año.
Mañana no olvidaré un nuevo resumen de dicho Gran Premio ni tampoco traeros los resultados de los entrenamientos libres, algo que siempre ayuda, como sabréis si habéis leído mis entradas sobre Singapur.
Mientras muchos aún celebrábamos el primer podio de la temporada para Alonso, y algunos mirábamos hacia Suzuka con esperanzas, llegó Stefano Domenicalli en coalición con Kimi Räikkönen y el propio Fernando para darnos la noticia del año en el ámbito deportivo, y la de la década en el ámbito de la Fórmula 1. Dicha noticia no ha sido otra que el fichaje del asturiano por Ferrari, ese que tantos listos predecían sin éxito año tras año.
Pero dejemos un momento de pensar en rojo, que se nos echa el próximo Gran Premio encima. La penúltima prueba asiática del calendario nos devuelve a uno de los escenarios más míticos de la historia del automovilismo. Es uno de esos lugares como SPA o Mónaco, donde la Fórmula 1 siempre recupera la mejor de sus caras, pase lo que pase por detrás. Y en un año como éste, es de agradecer, la verdad.
Suzuka vuelve a la Fórmula 1, o la Fórmula 1 vuelve a Suzuka, tres años después de la última carrera disputada allí. En los últimos dos años los monoplazas rodaron en el Fuji Speedway, que poseía la recta más larga del campeonato y una de las más largas del mundo con 1.3 kilómetros de longitud, además de estar vigilado de cerca por el Monte Fuji, aunque al lado de Suzuka hasta la gran montaña se sonrojaba. Finalmente este segundo, que había sido sede del GP de Japón desde 1987 hasta 2006, volvió a donde nunca debió haberse ido, y de momento lo hace para no marcharse de nuevo.
En Suzuka se han vivido duelos de infarto, como los famosísimos entre Senna y Prost en 1989 y 1990 o el espectáculo de Satoru Nakajima en 1988, rodando con un Lotus en los tiempos de Senna y recuperando 13 posiciones en 17 vueltas para terminar séptimo. Además, en él se han proclamado campeones del mundo muchos pilotos y escuderías, dado que generalmente era el Gran Premio que cerraba la temporada.
Pero centrándonos en los últimos años, podemos afirmar que Fernando Alonso y Kimi Räikkönen son los actuales reyes de Japón. El asturiano ha logrado tres podios y dos victorias en los últimos cuatro años, mientras que el finlandés logró una de las mejores victorias de la historia en 2005 y acumula otros cuatro podios más (2002, 2003, 2007 y 2008).
La carrera de 2005, como digo, fue una de las mejores (junto con la de Imola de ese mismo año) que he presenciado ante el televisor, con Kimi remontando 16 plazas para ganar y Fernando avanzando 12 para terminar tercero. Además, en nuestras retinas quedaron grabados dos de los mejores adelantamientos de la historia. El primero lo realizó Fernando en la curva 130-R, la más rápida del mundial, por fuera, a Michael Schumacher. El segundo se lo hizo Kimi Räikkönen en la espectacular primera curva del circuito a Fisichella en la última vuelta para ganar la carrera. No hay duda, fue una carrera digna de videoteca.
En 2006 la de Japón fue la carrera que decidió el campeonato a favor de Alonso, cuando el Ferrari de Schumacher sufría una rotura de motor, algo que raramente o nunca había sucedido, y el español se encontraba con una victoria que deshacía el empate en el campeonato a falta de una carrera, dejándolo visto para sentencia en Brasil.
En 2007 la suerte que había acompañado a Fernando en los años anteriores se torció para sumar en Japón el único abandono de esa fatídica temporada. En el regreso de Fuji a la Fórmula 1, la lluvia, un toque con Vettel y el posterior accidente dejaron a Alonso con pocas opciones de título, aunque después ocurriría lo que todos sabemos ya. Fue el segundo traspiés de Fernando en el país del sol naciente junto con el que sufrió en 2003. En 2001 con Minardi había logrado una increíble undécima posición, mientras que en 2004 fue quinto con el r24.
El pasado año Fuji iba a devolver toda la suerte que le faltó en 2007 a Fernando en forma de la que, como se ha terminado demostrando, fue la única victoria legal del año para el español, en otra de esas carreras que aunque no sean espectaculares, siempre pasarán a nuestro recuerdo por las sensaciones vividas.
En este 2009, año del regreso de Suzuka, no esperamos algo diferente a una carrera aburrida, y hasta me atrevería a decir que la emoción y el espectáculo están totalmente asegurados. Además, teniendo en cuenta las motivaciones que pueden tener los dos reyes en activo de Japón, el hecho de que Button tiene el priemr match-ball, entre otros muchos factores, pueden hacer de este Gran Premio otro más para archivar junto a los de 2005, 2006 y 2008. Aunque, obviamente, no soñemos demasiado con lo inalcanzable, que el podio de Singapur ya fue demasiado bonito como para que se repita. Mejor esperar y en caso de que algo ocurra llevarnos una grata sorpresa, como ya pasó el pasado año.
Mañana no olvidaré un nuevo resumen de dicho Gran Premio ni tampoco traeros los resultados de los entrenamientos libres, algo que siempre ayuda, como sabréis si habéis leído mis entradas sobre Singapur.
El año pasado Fernando Alonso y Kimi Räikkönen volvieron a compartir podio en Japón. Entre ambos acumulan ocho podios y tres victorias en el país del sol naciente. Este año lo tendrán difícil, pero no imposible.
Japón ha sido bueno y malo para Alonso, como bien dices. Allí perdió el título en 2007 aunque el destino le dio otra oportunidad. Y allí lo ganói en 2006. De 2005 brecuerdo esa pasada a Schumy por el exterior en 130R y el tremendo error de Fisichella. Bine pensado Alopnso perdió el título de 2007 en Canadá y Montmeló al dejar que su sangre latina hirviese.
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