Jenson Button campeón del mundo 2009

Brasil volvió a ser, por quinto año consecutivo, el territorio donde se decidió el mundial de Fórmula 1. Eso sí, desde el año 2004, en el que Schumacher sentenció las cosas a cuatro carreras del final, el título siempre se decidía en el último Gran Premio. Pero esta vez eso ha sido diferente, y Jenson Button se acaba de proclamar campeón del mundo de Fórmula 1 en su décima temporada en la categoría. Supera así el tercer puesto logrado en 2004, en la que fue su mejor temporada y se mostró como la única alternativa a los intratables Ferrari.

Brasil volvió a ser, por quinto año consecutivo, el territorio donde se decidió el mundial de Fórmula 1. Eso sí, desde el año 2004, en el que Schumacher sentenció las cosas a cuatro carreras del final, el título siempre se decidía en el último Gran Premio. Pero esta vez eso ha sido diferente, y Jenson Button se acaba de proclamar campeón del mundo de Fórmula 1 en su décima temporada en la categoría. Supera así el tercer puesto logrado en 2004, en la que fue su mejor temporada y se mostró como la única alternativa a los intratables Ferrari.

Ahora, cinco años después de esa buena temporada, y después de haberlo pasado tan mal el pasado año en Honda, que por otra parte le dio su primera victoria en 2006, Jenson llegó a Interlagos con serias opciones de ser campeón, y tras una grandísima carrera consiguió ese sueño que todos buscan.

Lo hizo en una carrera que fue quizás menos loca de lo que ayer nos imaginábamos, pero que ha estado repleta de adelantamientos y emoción, siendo seguramente una de las mejores de la temporada. Fue una carrera totalmente en seco, justamente lo contrario que la calificación, pero que no por ello estuvo exenta de accidentes.

Es más, en la primera vuelta ya tuvo que salir el safety-car, cuando Adrian Sutil, que salía tercero, y Jarno Trulli, que partía cuarto, se tocaban. Trulli impactaba contra el muro mientras Adrian se iba por la hierba perdiendo el control del Force India. Su coche volvió a la pista de lado y se llevó por delante al de Fernando Alonso, causando así el abandono de los tres nombrados. Tan sólo unas curvas antes, Räikkönen rompía su alerón delantero y tenía que entrar a boxes a cambiarlo. Junto a él entraba Kovalainen, quien se llevaba puesta la manguera, salpicando de combustible a Kimi para posteriormente incendiarse sobre el monoplaza del finlandés. Afortunadamente todo quedó en un susto, pero de los grandes para Kimi.

Tras la marcha del safety, las primeras vueltas estuvieron llenas de adelantamientos y luchas. Barrichello se iba en cabeza por un sueño casi casi imposible, mientras Webber le aguantaba el ritmo para buscar su segunda victoria. Un gran Kubica se ponía tercero adelantando a Rosberg, mientras Button se mostraba increíblemente agresivo y pasaba a todo aquel que se le pusiese por delante. Poco después veríamos los abandonos de Heidfeld y Rosberg, dos pilotos que no son propicios a hacerlo, ya que son los dos que más carreras han finalizado consecutivamente en la historia de la F1, y con el de hoy finalizaba la racha de Nico, que no se había retirado aún en toda la temporada. Tres vueltas después, Williams se iba a quedar sin coches en pista cuando Nakajima chocaba con la parte trasera del Toyota de su compatriota Kobayashi e impactaba posteriormente contra las protecciones. No hubo safety-car en esta ocasión.

La carrera en ese momento ya había dado un vuelco. Mientras Barrichello perdía la primera posición con Webber, algo que se veía venir, y la segunda con Kubica, ésto no se veía tan claro y fue más sorprendente, Button remontaba hasta el séptimo lugar y se situaba como campeón virtual. No dejó de serlo hasta que el banderazo a cuadros lo convirtió en real. Kovalainen paraba desde la sexta y Button se la quitaba al finlandés, mientras que Hamilton, a pocas vueltas del final, le arrebataba el tercer puesto a Barrichello en un adelantamiento espectacular a final de recta en el que ambos se tocarían, causando un pinchazo en el monoplaza del brasileño. Rubens entraría así a boxes, saliendo en octavo lugar y subiendo a Jenson al quinto, con lo que sólo un milagro podría evitar que el británico se proclamase campeón del mundo.

No hubo milagros, y por eso cuando Felipe Massa dejó caer la bandera cuadriculada, Jenson agitó los brazos liberando por fin todo lo que llevaba conteniendo durante meses. Por delante, Mark Webber conseguía la segunda victoria de su carrera y también del año, Kubica lograba subir al podio con una magnífica segunda posición, igualando el mejor resultado de BMW en 2009 en la que es la penúltima carrera de la escudería, y Hamilton completaba una remontada de catorce posiciones para pasar del 14º al tercer cajón del podio. Vettel terminó en una gran pero insuficiente cuarta posición.

Sonaba así el himno australiano en Brasil, mientras Button celebraba con su equipo el título. Es bastante curioso ver que Jenson ganó el mundial terminando quinto, al igual que lo hiciese Hamilton el pasado año. Llevamos dos años sin ver al campeón celebrándolo en el podio, como ocurría con Räikkönen, Alonso y Schumacher, y sigue siendo bastante extraño. De ahí que el final de la retransmisión haya sido una tortura para los espectadores y una vergüenza ajena, al menos para mí. También es muy curioso que en los dos últimos años haya ganado el título un monoplaza con el número 22, un número que se supone que debería corresponder a una escudería lenta, pero que últimamente no ha sido así.

No ha terminado la temporada, pues aún nos queda una carrera espectacular en Abu Dhabi, que será interesante dado que empezará de día y terminará de noche, pero con la sentencia de ambos títulos hoy (Brawn GP se ha proclamado campeón de constructores, aunque no lo había hecho en Japón por sólo medio punto), se puede dar por fin cierre a uno de los campeonatos más polémicos que se recuerdan, de principio a fin. Al final los dobles difusores de Ross se han terminado imponiendo, a pesar de que hayan tenido que sufrir lo suyo para conseguirlo, y Adrian Newey deberá esperar un año más para volver a ser campeón, a pesar de haber demostrado a principio de año haber diseñado un monoplaza espectacular con mucho menos presupuesto que las desorbitadas cantidades que Brawn pudo manejar.

Eso sí, hay que dejar claro que la victoria de Button, y sobre todo la de Brawn GP, es totalmente justa y merecida, pues no podemos olvidar ese increíble inicio de temporada donde Ross y Jenson ocupaban una omnipresente posición en todos los titulares. Cierto que Barrichello merecería algo más, y que no voy a olvidar lo que pasó en algunos Grandes Premios, con el de España como ejemplo más claro. Además, Rubens puede que jamás vuelva a tenerlo tan cerca. No ocurre lo mismo con Vettel, quien estoy seguro de que tarde o temprano terminará consiguiéndolo, aunque también hubiese estado muy bien que lo hubiese conseguido este año. Pero sólo puede ganar uno, y en este caso ha sido Jenson.

Ni que decir tiene que la emoción que hoy hemos vivido ha sido propiciada gracias a que no se cambió el sitema de puntuación, pues de haberse hecho Button se hubiese proclamado campeón bastantes carreras atrás. Así ha tenido que esforzarse un poco más hoy, y creo que lo ha hecho realmente bien. Por eso creo que es justo que termine esta entrada felicitando al nuevo campeón, tal y como hizo su compañero Rubens en cuanto éste se bajó del coche. Felicidades Jenson, han sido diez años de espera y por fin lo has conseguido. Creo que te lo mereces.