13/6/10

¡Show must go on!

Lewis Hamilton ha conseguido su segunda victoria en Canadá, lugar que se está convirtiendo en talismán para el británico. No es para menos, teniendo en cuenta que éste es uno de esos circuitos donde las artes de pilotaje salen a relucir y marcan la diferencia. Lo ha hecho en una carrera frenética, en la que además McLaren ha conseguido el tercer doblete de la temporada, situándose en una posición de privilegio en el campeonato. Fernando Alonso regresó al podio con su Ferrari, pese a que cometió varios errores que analizaremos en su momento.
(Tras tener la adrenalina en niveles desorbitados y vivir con intensidad el que sin duda ha sido el mejor Gran Premio de lo que llevamos de temporada, uno se para a pensar en quienes echaban el grito al cielo por considerar este deporte aburrido, además de en aquellos que se empeñan en buscar segundas lecturas a una carrera que sólo ha tenido una, llamada espectáculo. Me váis a permitir que me tome la licencia de decir que, como comenté hace un tiempo, tras varios años de continuas polémicas estoy intentando disfrutar de la Fórmula 1 más que nunca, y en días como hoy creo que merece la pena paladear y saborear todo lo que el gran circo nos acaba de regalar. Lo demás está de más.)

Lewis Hamilton ha conseguido su segunda victoria en Canadá, lugar que se está convirtiendo en talismán para el británico. No es para menos, teniendo en cuenta que éste es uno de esos circuitos donde las artes de pilotaje salen a relucir y marcan la diferencia. Lo ha hecho en una carrera frenética, en la que además McLaren ha conseguido el tercer doblete de la temporada, situándose en una posición de privilegio en ambos campeonatos del mundo. Fernando Alonso regresó al podio con su Ferrari, pese a que cometió varios errores que analizaremos en su momento.

La salida fue, como se esperaba, accidentada. Vitaly Petrov se adelantaba al semáforo y unos metros después perdía el control de su coche tras pisar la hierba, llevándose por delante al Sauber de Pedro de la Rosa. Por otra parte, Liuzzi, que partía en una magnífica quinta posición, protagonizó un incidente con Massa del que ambos saldrían perdiendo, condenando además a otros pilotos como Rosberg a ceder varias posiciones. En cambio otros las ganaban, como Kobayashi, que se colocó décimo a pesar de partir decimooctavo. El japonés colisionaría posteriormente contra el muro de los campeones perdiendo su alerón delantero y le obligaría a abandonar posteriormente.

Por delante se esperaba que Alonso pudiese atacar a Vettel, tras la penalización de cinco posiciones a Webber por cambiar la caja de cambios y que colocó al asturiano en tercera posición. Sin embargo, ni el hecho de salir por la zona limpia, ni el de hacerlo con gomas blandas (Vettel lo hacía con duras) fueron suficientes para que eso ocurriese, y el alemán mantuvo su segundo puesto por detrás de Hamilton.

Pasadas unas vueltas, Webber adelantaba a un Button demasiado lento en el arranque de la prueba, colocándose cuarto, y aunque su compañero Vettel intentó hacer lo propio con Hamilton, no pudo conseguirlo. El líder del mundial se acercaba a la cabeza mientras tanto Lewis como Fernando empezaban a acusar el desgaste excesivo de los neumáticos blandos. No tardarían en entrar ambos a boxes, dejando que los dos Red Bull liderasen la carrera gracias a su diferente elección estratégica en la tarde del sábado. En la parada, Alonso le ganaba la partida al inglés tras un veloz cambio de ruedas de los mecánicos de Ferrari y una arriesgada maniobra del español, para colocarse en una virtual segunda posición.

El plan de Red Bull parecía ir viento en popa, pero sólo seis vueltas después, ambos habían realizado ya su parada. Demasiado pronto como para considerar que hicieron lo correcto en la jornada de ayer, y también como para pensar que seguían teniendo opciones de victoria. Ahora era un Toro Rosso, el de Buemi, el que lideraba la carrera, seguido de cerca de los dos campeones del mundo que peleaban por esa plaza. Fernando intentaría atacar al suizo en la horquilla del Casino, cometiendo el error de precipitarse y propiciar que Lewis se le pegase y le adelantase en la recta, justo antes de que Sébastien enfilase la calle de boxes. Error del asturiano que le costaba la primera posición. A partir de entonces parecía que la carrera podría ser un paseo para Hamilton y, con Button tercero, un posible doblete de los McLaren, pero Alonso aguantó el ritmo del poleman, dejando claro que quedaba aún mucho Gran Premio por delante.

En ese momento las posiciones en carrera estaban absolutamente alteradas respecto a las que observamos en parrilla, con Kovalainen y Di Grassi metidos en zona de puntos por momentos, y con pilotos como Rosberg o Massa en la parte trasera del pelotón. Kubica y Sutil se enzarzaban en una bonita lucha por la sexta posición mientras Alguersuari y Hulkenberg hacían lo mismo, en la distancia, por la última posición de puntos.

Hamilton entraba a boxes y dejaba a Alonso como líder provisional. Fernando marcó una vuelta rápida nueve décimas superior a cualquier otra anotada hasta el momento y continuó otro giro más, en el que se topó con un doblado que le hizo perder mucho tiempo. Realizó su parada, perdiendo el liderato virtual con Hamilton. Webber encabezaba ahora la prueba tras haberse detenido en una única ocasión y haber montado de nuevo gomas duras. Debería generar un margen superior a los quince segundos para poder adelantar en su parada, algo que de todas formas, debido al desgaste excesivo de los neumáticos en este circuito, parecía bastante improbable.

Y efectivamente lo era. El australiano fue acusando la pérdida exponencial de rendimiento de los Bridgestone y viendo cómo sus rivales le arañaban cada vez más y más tiempo, hasta que poco antes de verse obligado a cambiarlos ya los tenía en los espejos retrovisores. A veinte vueltas del final, una victoria de Red Bull estaba totalmente descartada ya, pues Vettel rodaba cada vez más atrás debido a problemas en su caja de cambios. Dicho triunfo se jugaría entre los dos McLaren y el F10 número siete, quienes cada vez rodaban más próximos entre sí.

A quince vueltas de finalizar el Gran Premio, Jenson Button se colocaría segundo al aprovecharse de un nuevo error de Fernando Alonso con un doblado. El bicampeón del mundo, a pesar de mostrar durante toda la prueba un ritmo similar o incluso superior al de los MP4-25, se veía ahora condenado al tercer escalón del podio que, aún siendo un gran resultado, sabía a muy poco, y él mismo lo sabía.

Por detrás, vivíamos maniobras de todos los estilos. Kubica se atravesaba por delante de Sutil para entrar al pit-lane, mientras Schumacher hacía de las suyas saltándose chicanes y haciendo que Massa rompiese su alerón delantero al verse frenado bruscamente por el alemán antes de la chicane de entrada a meta. También comprobamos que la mala racha de Pedro de la Rosa con sus motores continúa, tras abandonar por romper el que ya era el cuarto de la temporada, mientras Trulli se retiraba por problemas en los frenos de su Lotus y Glock por problemas de dirección.

Posteriormente, ya en la última vuelta, un lento Michael Schumacher intentaría defender su novena plaza con Liuzzi, llegando a tocarse ambos cuando el italiano realizó el adelantamiento. El heptacampeón finalizaría fuera de los puntos tras verse superado también por Sutil en ese mismo giro. Antes que éstos atravesasen la línea de meta, Rosberg y Kubica lo habían hecho en sexto y séptimo lugar, respectivamente, tras haber luchado hasta el final entre sí, y Buemi era octavo tras una acertada estrategia por parte de Toro Rosso.

En posiciones delanteras nada cambiaría, a pesar de los problemas de neumáticos, y Lewis Hamilton conseguiría cruzar la bandera ajedrezada en primer lugar, logrando la victoria en esta caótica prueba, mientras su compañero Button finalizaba segundo y Alonso completaba el podio. Vettel y Webber, a bastante distancia, serían el cuarto y el quinto, perdiendo una gran cantidad de puntos respecto a los McLaren.

Ahora Lewis es el nuevo líder del mundial, tras dos triunfos consecutivos, y empieza a meter miedo a sus rivales al dar toda una lección de pilotaje en el siempre difícil trazado norteamericano. ¿Podrá alguien pararle? ¿Empezará Red Bull a estar contra las cuerdas? ¿Resurgirá Ferrari? En una Fórmula 1 tan variante como ésta algunas respuestas resultan impredecibles. Continuaremos buscándolas dentro de dos semanas en Valencia. Que siga el espectáculo.

Imágenes: Daylife

2 comentarios:

  1. Ha sido una carrera sublime, para los que querian que siempre lloviese para ver espectaculo, ni siquiera ha hecho falta un Safety Car (Lo cual es en Canada, rarisimo). Las ruedas han jugado un papel protagonista, eclipsando a los frenos que mas de una vez se ha visto reventar en este trazado (Solo se ha visto a truli con la humareda en las ruedas)

    Alonso exprimiendo la suerte y su coche, Red Bull que a pesar de haberlo intentado, su coche ha adquirido el papel de comeruedas, y por supuesto Hamilton que ha sido el rey de arriba a abajo.

    Se tienen que plantear todos que en una F1 hay que ahorrar en todo, incluso el coche lo debe hacer. Y Canada no puede faltar, a mi, siempre me ha encantado, y siempre nos da un gran show

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  2. Buen resumen.. lastima lo de alonso, podía haber victoria, pero cometió muchos errores con los rezagados, pero que podía hacer la verdad, allí se perdía tiempo, y pues hamulton era mas rápido como sea, luego con button este también era más rápido, hay que aceptar los mclaren están volando.. y si los red bull hubieran estado a tono hoy, alonso como mucho hubiera quedado 4to o 5to.. vamos a ver en valencia que traen y ver si es cierto que traen evoluciones, si no a dar paseos por los circuitos para entrenarse para el año q viene, porque valencia es la vencida..saludos!!

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Desde su nacimiento en 2008, más de 500 publicaciones tratan de plasmar en palabras la actualidad, las opiniones y sentimientos de su autor sobre un mundo complejo pero apasionante como es el de la F1.


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