La racha de Hamilton vence a la de Red Bull

La sesión de calificación del octavo Gran Premio del año ha derrochado grandes dosis de emoción, y ha terminado de manera completamente diferente a las siete anteriores, con un McLaren, el de Lewis Hamilton, en la pole position. Esto significa que se pone fin al intratable rendimiento de los Red Bull los sábados y su racha de siete poles consecutivas, algo que no veíamos desde que Schumacher las encadenase para Ferrari entre Italia 2000 y Brasil 2001, y además consigue hacer un pleno en Canadá, ya que el británico ha conseguido la pole en las tres ocasiones en las que ha corrido en Montreal.

La sesión de calificación del octavo Gran Premio del año ha derrochado grandes dosis de emoción, y ha terminado de manera completamente diferente a las siete anteriores, con un McLaren, el de Lewis Hamilton, en la pole position. Esto significa que se pone fin al intratable rendimiento de los Red Bull los sábados y su racha de siete poles consecutivas, algo que no veíamos desde que Schumacher las encadenase para Ferrari entre Italia 2000 y Brasil 2001, y además consigue hacer un pleno en Canadá, ya que el británico ha conseguido la pole en las tres ocasiones en las que ha corrido en Montreal.

El sábado comenzó con unas condiciones de pista pésimas, dada la lluvia caída en la noche del viernes. Además de la falta de agarre, el desgaste de los neumáticos, sobre todo los blandos, era y sigue siendo la principal preocupación de todos los equipos. En Q1 vimos a los dos Red Bull calificar con "options", y eso hacía pensar que probablemente utilizasen duros en la tercera ronda, como de hecho ocurrió.

Sauber fue una de las escuderías que más problemas tuvo a la hora de encontrar suficiente grip en pista, y lo pagaron ocupando las últimas posiciones de las no debutantes. Toro Rosso no estuvo mucho mejor, y sus pilotos ocuparon la octava fila de la parrilla. Sin embargo, sorprendió y mucho el rendimiento de los Williams en el circuito Gilles Villeneuve, quedándose ambos a las puertas de la Q3, aunque la distancia sea de cuatro décimas.

Mercedes protagonizó una de las mayores decepciones de la jornada, al no poder colar a sus dos monoplazas en la ronda definitiva (Michael Schumacher fue decimotercero) y con un Rosberg que, a pesar del buen ritmo mostrado en los libres, estuvo desdibujado en Q3 y se quedó en décima posición. Vitaly Petrov volvió a fracasar estrepitosamente en calificación, sin poder pasar de la decimocuarta posición y quedándose a más de un segundo de su compañero de equipo en Q2.

En la tercera y última tanda clasificatoria hubo, sin embargo, nombres que sí brillaron, como el de Force India, quienes consiguieron un magnífico sexto puesto con Vitantonio Liuzzi, lo que supone haber superado a los dos Mercedes, a los dos Renault y a un Ferrari. Además, Adrian Sutil fue noveno y partirá desde la quinta línea en la carrera de mañana.

Fernando Alonso fue otro de quienes lograron un gran resultado, colocándose de nuevo entre los mejores tras marcar también grandes tiempos en todas las sesiones previas, finalizando en un meritorio cuarto puesto. Y por supuesto, el protagonista del día no fue otro que Lewis Hamilton, quien parecía intratable desde el viernes a la mañana, y así lo corroboró firmando su primera pole de la temporada y la decimooctava de su carrera, igualando por cierto al propio Alonso como el decimoprimer piloto de la historia con más primeras posiciones en calificación.

Sin embargo, si nos detenemos a analizar los compuestos utilizados nos encontramos con que los grandes beneficiados pueden ser los Red Bull, que partirán mañana con gomas duras, mientras los demás lo harán con blandas. Además, Fernando Alonso acumula seis vueltas con dichos neumáticos, mientras Hamilton sólo dio tres y Button cuatro, con lo que el asturiano parece estar en una peor posición de cara al resultado final. Sin embargo, si se corre en mojado, los de la escudería austríaca perderán dicha ventaja estratégica, y Fernando se beneficiará partiendo en igualdad de condiciones que los que le rodean.

La imagen curiosa, graciosa y a la vez polémica, la protagonizó el poleman, Hamilton, cuando su equipo le ordenó detener su monoplaza debido a que si completaba la vuelta de regreso a boxes, se quedaría sin el kilogramo de combustible que la FIA exige a la hora de realizar las comprobaciones posteriores. Lewis empujó su propio coche hasta que llegó el coche médico, que posteriormente le llevaría a la rueda de prensa. Todo ésto estuvo a punto de costarle a él y a su equipo la pole, dado que los tiempos de vuelta en la sesión han de ser como máximo un 30% peores que el marcado por el primer clasificado. Sin embargo, todo se quedó en una sanción económica y suponemos que probablemente en una reprimenda y un aviso a los equipos de que ésto no puede volver a ocurrir.

Así, tras vivir estos grandes momentos en el circuito Gilles Villeneuve de Montreal, la carrera de mañana se plantea como un juego táctico en el que, tanto si llueve como si no, vamos a tener emoción a raudales. Los Red Bull parten a priori como los favoritos a llevarse la victoria, pero en un Gran Premio tan impredecible como el de Canadá hay que pensar dos veces antes de apostar.

Una imagen poco común: Un eufórico Lewis Hamilton saca su cuerpo por la ventanilla del coche médico en el momento en que éste trasladaba a los tres pilotos más rápidos del día a la rueda de prensa de la FIA.