La fuerza azul

Los equipos de Fórmula 1 se han reunido hoy con la finalidad de tomar una decisión definitiva ante la normativa presupuestaria propuesta por la FIA para el año próximo. Todos los miembros de la FOTA, sin excepción, acompañados del señor Bernie Ecclestone, se juntaron en el yate privado de Flavio Briatore, el 'Force Blue', para algo más que para celebrar una comida. A la salida, la decisión estaba tomada y sólo quedaba exponérsela a Max Mosley y la FIA para llegar a un acuerdo.

Eso es lo que Montezemolo y compañía esperaban, que se pudiese llegar a un acuerdo por las buenas. Pero Mosley ignoró las amenazas del presidente de Ferrari, y ahora ha decidido actuar del mismo modo, pero como presidente de la FOTA. Según indican los medios, los jefes de los equipos han decidido abandonar la F1 si en 2010 se impone un presupuesto limitado opcional.

Tras esa reunión, a la que todos llegaron separados, pero salieron unidos física y mentalmente, se encaminaron hacia otra reunión, ésta con Max Mosley, donde se encuentran en este momento. Allí se decidirá si Ferrari, McLaren, Renault y compañía siguen formando parte de esta categoría, o si por el contrario se unirán todos en una independiente. Lo cierto es que, sea como fuere, Max Mosley va a recibir en el día de hoy un duro golpe por parte de la FOTA, el cual quizás no esperaba, pero que parece la única manera de evitar el poder dictatorial del mandamás del automovilismo.

Como decía ayer, la quinta carta de esta partida de póker estaba por lanzarse. Una vez se ha lanzado, el casino de Mónaco ha sido el lugar perfecto para que los equipos hagan su apuesta más fuerte. Han decidido echar el resto. Como comenté, la FIA tiene ahora el poder de decisión. Max Mosley tiene la jugada ganadora, pero sabe que si la usa, se quedará prácticamente sólo tanto en la mesa como en el casino. Veremos si juega con la cabeza o, como hace normalmente, se deja llevar por su egocentrismo. Lo que está claro ahora es que los equipos están en el mismo barco, la fuerza azul.