Todavía estoy sorprendido. A pesar de todo lo que se decía estas semanas, yo no tenía nada claro que Schumacher volviese. Las razones ya las expuse en su día, pero no me molesta volver a repetirlas. A día de hoy es bastante complicado saber cuándo una noticia es cierta o falsa, así que cuando hablamos de un rumor, y más cuando es un rumor sobre algo tan relevante, pues todavía es más complicado. Si encima le añadimos que sólo unos meses atrás se daba como noticia algo que finalmente quedó como pura campaña publicitaria, que la Fórmula 1 actual no está como para jugar a la ruleta rusa, y que año tras año la pretemporada de Fórmula 1 está cargada de invenciones que dan poco más que risa cuando son recordadas en el futuro, pues resultaba bastante complicado pensar que algo así podía hacerse realidad.
Pero al final resulta que todo era cierto, y nos encontramos ante otra bomba informativa. La diferencia de ésta con otras como la marcha de Kimi, el fichaje de Alonso o la creación del equipo Mercedes Grand Prix, es que el regreso de Schumacher tiene pinta de ser un caramelo envenenado. Y, sinceramente, creo que el principal envenenado puede ser el propio piloto, además de los fans que le tengan en lo más alto de la cumbre, pues no tener un buen rendimiento sería sinónimo de perder parte de su grandeza.
La pregunta es clara: ¿por qué arriesgarse? La respuesta ya es algo más difícil de encontrar, pero estoy seguro de que Schumacher no vuelve porque tenga ganas o sienta que necesita volver a sentir la adrenalina de las carreras. Creo que hay algo detrás, algo que podría costarle caro si, como digo, no tiene el rendimiento que muchos esperan. Pilotará el que en 2009 fue el mejor coche de la parrilla durante buena parte del mundial, y tendrá que defender un título de constructores, así que a priori ésto no debería tratarse de un juego. Él ya ha comentado que vuelve para luchar por el campeonato, así que de momento parece no tener miedo a caer por el precipicio.
Para mí es un error. Y todavía lo es más llegar diciendo que pretende ser campeón. Tras tres años fuera de las pistas, y viendo el panorama que se espera para la temporada 2010, me parece una auténtica exageración decir que se ve con opciones. Las cuatro escuderías que encabezaron el año 2009 cuentan en sus filas con siete pilotos que forman uno de los planteles más suculentos de la década, y teniendo en cuenta la igualdad que existe entre monoplazas, dudo que alguien que lleva tres años en el dique seco, por muy campeón que sea, pueda interponerse en el camino.
Y en el caso extremo de que Ross Brawn encontrase otra laguna a la que sacarle jugo en este 2010, y su coche empezase el año tal y como lo hizo en éste que está a punto de echar el telón, estoy seguro de que Nico Rosberg le dará una paliza, pues aunque muchos subestimen al alemán, no hay que olvidar lo que ha conseguido en su aún corta trayectoria en este deporte y lo que viene de hacer en este 2009 con un coche realmente inferior a los mejores. Y no, no creo que Ross juegue sucio a favor del heptacampeón, aunque habrá quien también lo piense.
Alonso, Hamilton, Rosberg, Vettel, Webber, Button, Massa...pensar que Schumacher podría estar por delante de ellos me parece una utopía que ni el propio Michael debería poder permitirse. En cambio, llegar y ver cómo tu compañero te saca una hemorragia de décimas por vuelta carrera tras carrera me parece algo más próximo a la realidad. Por eso está bastante claro que las probabilidades de fracaso son bastante altas, o por lo menos la lógica es lo que nos indica.
Sin duda el factor económico juega un papel fundamental en la vuelta de Michael a la Fórmula 1. El deporte del motor no pasa por un buen momento y se necesita una fuente de ingresos que garantice el futuro de las escuderías, además del poderío para desarrollar un monoplaza competitivo. Lo último que Ross Brawn querría sería que la recientemente creada alianza con Mercedes se viniese abajo de un año para otro, y los ingresos que aportará Michael le vendrán de perlas al británico para tener una mejor visión de cara al futuro.
Por su parte, nunca pensé que a Schumacher le hiciese falta el dinero y eso le forzase a volver, pero tampoco me parece tan disparatado pensarlo ahora, una vez que ya ha tomado la decisión de dar el paso y poner en riesgo su figura. Porque a pesar de que se ha venido diciendo que cobraría más o menos lo mismo que podría cobrar Button si siguiese en la escudería, lo cierto es que es bastante probable que cobre tres veces más, o sea, alrededor de 22 millones de euros. Casi nada. Así sí encajarían muchas cosas ¿no?
No voy a entrar en el tema Alonso-Ferrari, porque me parece demasiado rebuscado pensar que Schumi y Ross hayan pactado el regreso, en parte, por venganza, y porque tampoco me parecería lógico pensar que Ross crea que Schumacher puede batir a Alonso tras tres años fuera de la F1, y más cuando el propio Alonso le pasó por encima en 2005 y 2006. En fin, sería ir demasiado lejos y cegarme demasiado por el fanatismo.
¿Qué nos queda? Que la vuelta de Schumacher favorece a Ross Brawn, a Mercedes GP, al bolsillo del propio Schumacher, a la FIA, a la Fórmula 1, y en principio también a los que somos fans de este deporte. Eso sí, a medida que pasen las carreras, se podría volver un arma de doble filo y terminar perjudicando al piloto, a los aficionados, y por tanto al deporte. Por suerte siempre nos quedará la ilusión de ver luchas épicas de nuevo, y si no, siempre nos quedará Alonso, y Hamilton, y Rosberg, y...
Me quedo con las palabras que dijo Schumi cuando se "retiró" tras ganar el GP de Italia:
Pero al final resulta que todo era cierto, y nos encontramos ante otra bomba informativa. La diferencia de ésta con otras como la marcha de Kimi, el fichaje de Alonso o la creación del equipo Mercedes Grand Prix, es que el regreso de Schumacher tiene pinta de ser un caramelo envenenado. Y, sinceramente, creo que el principal envenenado puede ser el propio piloto, además de los fans que le tengan en lo más alto de la cumbre, pues no tener un buen rendimiento sería sinónimo de perder parte de su grandeza.
La pregunta es clara: ¿por qué arriesgarse? La respuesta ya es algo más difícil de encontrar, pero estoy seguro de que Schumacher no vuelve porque tenga ganas o sienta que necesita volver a sentir la adrenalina de las carreras. Creo que hay algo detrás, algo que podría costarle caro si, como digo, no tiene el rendimiento que muchos esperan. Pilotará el que en 2009 fue el mejor coche de la parrilla durante buena parte del mundial, y tendrá que defender un título de constructores, así que a priori ésto no debería tratarse de un juego. Él ya ha comentado que vuelve para luchar por el campeonato, así que de momento parece no tener miedo a caer por el precipicio.
Para mí es un error. Y todavía lo es más llegar diciendo que pretende ser campeón. Tras tres años fuera de las pistas, y viendo el panorama que se espera para la temporada 2010, me parece una auténtica exageración decir que se ve con opciones. Las cuatro escuderías que encabezaron el año 2009 cuentan en sus filas con siete pilotos que forman uno de los planteles más suculentos de la década, y teniendo en cuenta la igualdad que existe entre monoplazas, dudo que alguien que lleva tres años en el dique seco, por muy campeón que sea, pueda interponerse en el camino.
Y en el caso extremo de que Ross Brawn encontrase otra laguna a la que sacarle jugo en este 2010, y su coche empezase el año tal y como lo hizo en éste que está a punto de echar el telón, estoy seguro de que Nico Rosberg le dará una paliza, pues aunque muchos subestimen al alemán, no hay que olvidar lo que ha conseguido en su aún corta trayectoria en este deporte y lo que viene de hacer en este 2009 con un coche realmente inferior a los mejores. Y no, no creo que Ross juegue sucio a favor del heptacampeón, aunque habrá quien también lo piense.
Alonso, Hamilton, Rosberg, Vettel, Webber, Button, Massa...pensar que Schumacher podría estar por delante de ellos me parece una utopía que ni el propio Michael debería poder permitirse. En cambio, llegar y ver cómo tu compañero te saca una hemorragia de décimas por vuelta carrera tras carrera me parece algo más próximo a la realidad. Por eso está bastante claro que las probabilidades de fracaso son bastante altas, o por lo menos la lógica es lo que nos indica.
Sin duda el factor económico juega un papel fundamental en la vuelta de Michael a la Fórmula 1. El deporte del motor no pasa por un buen momento y se necesita una fuente de ingresos que garantice el futuro de las escuderías, además del poderío para desarrollar un monoplaza competitivo. Lo último que Ross Brawn querría sería que la recientemente creada alianza con Mercedes se viniese abajo de un año para otro, y los ingresos que aportará Michael le vendrán de perlas al británico para tener una mejor visión de cara al futuro.
Por su parte, nunca pensé que a Schumacher le hiciese falta el dinero y eso le forzase a volver, pero tampoco me parece tan disparatado pensarlo ahora, una vez que ya ha tomado la decisión de dar el paso y poner en riesgo su figura. Porque a pesar de que se ha venido diciendo que cobraría más o menos lo mismo que podría cobrar Button si siguiese en la escudería, lo cierto es que es bastante probable que cobre tres veces más, o sea, alrededor de 22 millones de euros. Casi nada. Así sí encajarían muchas cosas ¿no?
No voy a entrar en el tema Alonso-Ferrari, porque me parece demasiado rebuscado pensar que Schumi y Ross hayan pactado el regreso, en parte, por venganza, y porque tampoco me parecería lógico pensar que Ross crea que Schumacher puede batir a Alonso tras tres años fuera de la F1, y más cuando el propio Alonso le pasó por encima en 2005 y 2006. En fin, sería ir demasiado lejos y cegarme demasiado por el fanatismo.
¿Qué nos queda? Que la vuelta de Schumacher favorece a Ross Brawn, a Mercedes GP, al bolsillo del propio Schumacher, a la FIA, a la Fórmula 1, y en principio también a los que somos fans de este deporte. Eso sí, a medida que pasen las carreras, se podría volver un arma de doble filo y terminar perjudicando al piloto, a los aficionados, y por tanto al deporte. Por suerte siempre nos quedará la ilusión de ver luchas épicas de nuevo, y si no, siempre nos quedará Alonso, y Hamilton, y Rosberg, y...
Me quedo con las palabras que dijo Schumi cuando se "retiró" tras ganar el GP de Italia:
"Ésta será mi última carrera en Monza. Al final de este año, he decidido junto con el equipo, que me retiraré de las carreras. Han sido momentos excepcionales, realmente excepcionales, los que el mundo del motor me ha dado. He disfrutado de cada uno de los pequeños momentos, tanto buenos como malos, que hacen que esta vida sea tan especial."Unas frases cargadas de significado que ahora ya han dejado de ser tan especiales y reales como lo fueron en su momento. Quizás ésta sea ya la primera razón por la que considero erróneo su regreso, pero el tiempo nos dirá más claramente si este regalo navideño será bueno o malo.
No sé, no sé. Una cosa es verse capacitado y con ganas de volver a ser el mejor, pero eso habrá que verlo en pista, además que la competencia será dura. Era muy poco crédulo ante su vuelta y ahora dudo que vaya a estar arriba desde el primer momento.
ResponderEliminarsaludos y Feliz Navidad.
Estoy totalmente de acuerdo con lo que tú dices MAND.
ResponderEliminarPero sobre su compañero Rosberg, espero que haya una igualdad extrema en el equipo y si es así estoy segura que Rosberg le ganará, pero espero que no pasen cosas raras dentro del equipo y que siempre el beneficiado sea el mismo.
Saludos
Lo que está claro es que 2010 va a ser increíble con Hamilton, Alonso, Vettel y los dos Mercedes. A ver si todos tienen coches competitivos, difícil, y a ver si se lo pasan por la piedra.
ResponderEliminarA mi me da pena. Mucha pena.
ResponderEliminarSiguiendo un simil navideño-religioso: A Dios en la tierra, cuando estuvo, le crucificaron. Schumi vuelve del cielo de los mejores... ¿Como acabara?
Había escrito un comentario y me dio error!!!! :-(
ResponderEliminarDecía que me alegra el regreso de Schumi... no creo que tenga mucho que perder. Siempre será heptacampeón y uno de los más grandes de la F1.
Había escrito mucho más... qué malo es blogger!
Feliz Navidad!!! Saluditos.