No creo en la suerte, en que un ritual tenga su fruto por el simple hecho de realizarlo. Tampoco creo en ningún dios ni en ninguna fuerza externa que propicie que algo suceda. Considero que el destino no está escrito, pues cuando parece estarlo siempre hay algo que termina borrando la hoja más preciada.
En cambio a veces, en un acto que comienza de una manera inconsciente, el cerebro relaciona una casualidad con algún factor externo al cual termina adoptando como amuleto o simplemente como rito de la suerte. También es cierto que muchas veces, cuando algo realmente malo sucede en la vida, se recurre a alguna deidad, también de forma inconsciente, o simplemente por el factor psicológico que supone para salir de ese bache. Y aunque parezca una tontería, al menos ayuda, lo digo por experiencia.
Por eso me encuentro escribiendo hoy en lugar de estar disfrutando de unos minutos de vacaciones practicando deporte como suelo hacer, porque aunque no crea en el destino, siempre espero que la casualidad me haga pensar por un momento que lo sucedido estaba escrito, momento tras el cual alguien vendrá con su goma a borrarlo de mi mente, despertándome de un placentero sueño y haciéndome ver de nuevo la cruda realidad.
El pasado año inicié mi aventura en este blog en uno de los peores momentos a nivel deportivo para Fernando Alonso. Después de cada calificación y de cada carrera abría el editor y soltaba la rabia acumulada desde el año 2007 mientras expresaba mi tristeza por los malos resultados del ovetense. Casi nunca me centraba demasiado en analizar otros aspectos como pueden ser los entrenamientos libres, y los viernes solía comentar alguna noticia o hacer una especie de previo de lo que el fin de semana nos podría deparar. Hasta que llegó Singapur.
El primer Gran Premio de Singapur estaba marcado en el calendario como una cita diferente y especial. Era la única novedad del calendario de 2008 y al disputarse por primera vez de noche, quise dedicarle algo más de tiempo. Tras comentar algo sobre los primeros entrenamientos libres, y después los segundos, y tras mostraros las primeras imágenes de los monoplazas bajo iluminación artificial, llegó la victoria de Alonso el domingo. En el siguiente Gran Premio repetí, haciendo algún comentario sobre los libres, y Alonso volvió a ganar. Tras dejar de hacerlo, no volvimos a ver victorias del español, y así hasta el día de hoy.
Antes del Gran Premio de Hungría tuve una corazonada similar a la que tenía respecto a este segundo GP de Singapur. Por un momento borré de mi memoria los malos tiempos y me fui al día en el que sonó por primera vez el himno español en un podio de F1. Añorando estaba esos buenos tiempos cuando la corazonada me hizo pensar en lo bonito que sería que eso volviese a repetirse. Os lo conté, y al final ocurrió lo que os contaba al principio de esta entrada. El sábado Alonso hacía la pole acompañado de Vettel y Webber (en 2003 lo había hecho acompañado de Webber y Ralf Schumacher), y el domingo el Renault salía como un tiro, tal y como lo hiciese aquel cálido mes de agosto. Lamentablemente, una tuerca fue la encargada de borrar la página más preciada que el destino tenía escrita y desperté de ese sueño que por un momento me hizo ser seis años más joven. Entonces vi con mis propios ojos la cruda realidad.
Ahora vuelvo a tener otra corazonada. Será que soy un chico raro, o quizás que una alegría me venga bien tras tanto tiempo de penurias. Por eso voy a dejar aquí los tiempos de las primeras sesiones de entrenamientos libres, donde Alonso ha vuelto a estar arriba, tal y como pasó el año pasado, esperando que esta entrada que empecé a eplanear de manera inconsciente no sea borrada por el destino, al menos antes de que finalice la carrera del domingo. Ojalá en ese momento pueda relatar un éxito más para España en la Fórmula 1, aunque tarde o temprano me terminaré dando cuenta de que los milagros no existen, y de que todo sería una casualidad externa a cada una de las palabras que estoy pronunciando en estos momentos. Y es que ya se sabe, y nos ha quedado claro esta semana, que los milagros no existen, y que a veces incluso las casualidades no lo son tanto.
PD: Buenas noches, Fernando. Dulces sueños.
●Imagen (portada): xpb.cc
●Imágenes (interior y sidebar): Reuters
En cambio a veces, en un acto que comienza de una manera inconsciente, el cerebro relaciona una casualidad con algún factor externo al cual termina adoptando como amuleto o simplemente como rito de la suerte. También es cierto que muchas veces, cuando algo realmente malo sucede en la vida, se recurre a alguna deidad, también de forma inconsciente, o simplemente por el factor psicológico que supone para salir de ese bache. Y aunque parezca una tontería, al menos ayuda, lo digo por experiencia.
Por eso me encuentro escribiendo hoy en lugar de estar disfrutando de unos minutos de vacaciones practicando deporte como suelo hacer, porque aunque no crea en el destino, siempre espero que la casualidad me haga pensar por un momento que lo sucedido estaba escrito, momento tras el cual alguien vendrá con su goma a borrarlo de mi mente, despertándome de un placentero sueño y haciéndome ver de nuevo la cruda realidad.
El pasado año inicié mi aventura en este blog en uno de los peores momentos a nivel deportivo para Fernando Alonso. Después de cada calificación y de cada carrera abría el editor y soltaba la rabia acumulada desde el año 2007 mientras expresaba mi tristeza por los malos resultados del ovetense. Casi nunca me centraba demasiado en analizar otros aspectos como pueden ser los entrenamientos libres, y los viernes solía comentar alguna noticia o hacer una especie de previo de lo que el fin de semana nos podría deparar. Hasta que llegó Singapur.
El primer Gran Premio de Singapur estaba marcado en el calendario como una cita diferente y especial. Era la única novedad del calendario de 2008 y al disputarse por primera vez de noche, quise dedicarle algo más de tiempo. Tras comentar algo sobre los primeros entrenamientos libres, y después los segundos, y tras mostraros las primeras imágenes de los monoplazas bajo iluminación artificial, llegó la victoria de Alonso el domingo. En el siguiente Gran Premio repetí, haciendo algún comentario sobre los libres, y Alonso volvió a ganar. Tras dejar de hacerlo, no volvimos a ver victorias del español, y así hasta el día de hoy.
Antes del Gran Premio de Hungría tuve una corazonada similar a la que tenía respecto a este segundo GP de Singapur. Por un momento borré de mi memoria los malos tiempos y me fui al día en el que sonó por primera vez el himno español en un podio de F1. Añorando estaba esos buenos tiempos cuando la corazonada me hizo pensar en lo bonito que sería que eso volviese a repetirse. Os lo conté, y al final ocurrió lo que os contaba al principio de esta entrada. El sábado Alonso hacía la pole acompañado de Vettel y Webber (en 2003 lo había hecho acompañado de Webber y Ralf Schumacher), y el domingo el Renault salía como un tiro, tal y como lo hiciese aquel cálido mes de agosto. Lamentablemente, una tuerca fue la encargada de borrar la página más preciada que el destino tenía escrita y desperté de ese sueño que por un momento me hizo ser seis años más joven. Entonces vi con mis propios ojos la cruda realidad.
Ahora vuelvo a tener otra corazonada. Será que soy un chico raro, o quizás que una alegría me venga bien tras tanto tiempo de penurias. Por eso voy a dejar aquí los tiempos de las primeras sesiones de entrenamientos libres, donde Alonso ha vuelto a estar arriba, tal y como pasó el año pasado, esperando que esta entrada que empecé a eplanear de manera inconsciente no sea borrada por el destino, al menos antes de que finalice la carrera del domingo. Ojalá en ese momento pueda relatar un éxito más para España en la Fórmula 1, aunque tarde o temprano me terminaré dando cuenta de que los milagros no existen, y de que todo sería una casualidad externa a cada una de las palabras que estoy pronunciando en estos momentos. Y es que ya se sabe, y nos ha quedado claro esta semana, que los milagros no existen, y que a veces incluso las casualidades no lo son tanto.
PD: Buenas noches, Fernando. Dulces sueños.
●Imagen (portada): xpb.cc
●Imágenes (interior y sidebar): Reuters
Como los milagros no existen, puede que Grosjean se la pegue otra vez como esta mañana en la curva de Piquet, y asi volvería a pasar lo del año pasado...
ResponderEliminarFuera bromas macabras.
Para tener suerte hay que estar ahi. El esta ahi. Y no siempre le va a salir cruz.
Ya el colmo sería que acabe en el podio (o primero) justo cuando se han ido todos los patrocinadores de Renault... tiene miga la cosa.
Siento recomentar otra vez, pero ¿Has visto el video de la publicidad viral de ING donde se ve a Alonso partiendo una nuez con el cuello?
ResponderEliminarQue curioso que salga un dia antes de que ING le quite a Renault la esponsorización... Que aún van los mecánicos con lo de ING por no tener otra ropa...
Yo no sé si es corazonada o un deseo muy fuerte, pero me veo la confirmación en Ferrari ;)
ResponderEliminar(sí, ya lo sé... insisto... insisto, y algún día, quizá ya no tan lejano, el deseo se cumplirá)
Tengo buenas vibraciones respecto a la carrera de Singapur, los entrenamientos libres han ido muy bien para Fernando Alonso y creo que una victoria en el circuito de la discordía, sería legendario... no quiero decir más, cuanto menos hablamos de los deseos y los sueños, más posibilidades hay de cumplirlos... quizá.
Un saludo!
me ha encantado l post, soñar es gratis no, saludos!!!
ResponderEliminarGracias por los comentarios. Releyendo el post me doy cuenta de que aún tengo bastantes errores a la hora de expresarme que debo corregir...a ver si poco a poco voy recuperando la rutina de escribir al menos un post al día y eso me ayuda a mejorar.
ResponderEliminarEn relación al comentario de Lukas, la verdad es que Alonso sigue anunciando ING y no creo que deje de hacerlo, al menos no de momento. Y sí, sería increíble que Alonso subiese al podio justo después de que los patrocinadores abandonen a la escudería. No he visto su mono, pero creo que él aún lleva los sponsors. En relación al comentario de MFAL, ¿Habéis visto lo de Montezemolo hoy? Creo que las bromitas son algo más que eso, y cada vez está más claro que, lamentablemente, Kimi dejará el equipo, algo que no me gusta nada, pero que hay que aceptar.
Pues a mí también me ha gustado mucho tu post de hoy.
ResponderEliminarExistan o no los milagros, lo real es la esperanza que siempre sentimos. Las corazonadas o premoniciones tienen también la probabilidad de convertirse en realidad.
Ojalá tu "buen pálpito" se vea refrendado por inmejorables resultados. Muchos sentiremos recompensada nuestra esperanza y nos alegraremos contigo.
Y hablando de realidades, ¿lo de las nueces es de verdad? ¡Pedazo musculatura, oye!
Besos.
Mand es la primera vez que escribo en tu blog no soy de expresarme pero te leo bastante, pero esta vez necesitaba decirte que hay muchas personas que piensan como tú y sueñan como tú, gracias por tu gran trabajo y haber si hacemos algo importante hoy y mañana lo rematamos con una victoria, sería la repera más de uno se iba a tragar su lengua viperina.
ResponderEliminarMuy bueno el post :-)
ResponderEliminarEsperemos que el domingo nos llevemos un alegrón, ojala se cumpla la corazonada. Saludos
¡Qué post mas bonito, compañero! :-D
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