Mientras Fernando Alonso consultaba con su almohada por qué su coche iba tan mal en el circuito de Singapur y por qué tenía que seguir sufriendo año tras año aguantando injusticias y conduciendo coches lentos, yo pensaba en el día de hoy, en el que se cumpliría un año de aquella famosa carrera que tanto y tanto ha dado que hablar a quienes poseen más lengua que cerebro, y en el que sabía que el asturiano lo iba a dar todo para cerrar esas bocas que tanta basura desprenden cada vez que se abren.
Decía entonces, y lo mantengo ahora, que todo lo que una boca pueda comentar previamente a que algo suceda, bien con intenciones de que se cumpla o bien de que ocurra todo lo contrario, no tiene ninguna importancia ni está relacionado con el hecho de que ese "algo" finalmente se haga realidad. Por eso no creo en los milagros, ni creo que necesitemos pedirle a una divinidad que nos ayude, ni tampoco tengo un amuleto al que asirme cuando las cosas me van mal. Pero en cambio sí soy partidario, y así os lo hice saber hace dos días, de utilizar dichos medios como ayuda psicológica.
Por eso estoy seguro de que lo que ha conseguido hoy Fernando Alonso no tiene absolutamente nada que ver con una corazonada personal, así como también creo que todos y cada uno de los ya 53 podios del asturiano no tienen relación alguna con la fuerza que sus aficionados le hayamos transmitido. Porque al fin y al cabo, él es el que se lo trabaja, el que se lo gana y el que se lo merece. Después nosotros disfrutamos, y en eso sí que tiene que ver, y mucho, la fuerza de Fernando.
Dicha fuerza empujó hoy a un r29 del que poco parecía poderse sacar ya, una vez que han cesado las evoluciones, y ayudado por la rabia acumulada durante las últimas semanas, le llevó a conseguir el primer podio de una temporada que estaba siendo para olvidar. Estoy seguro de que el sábado cambió su forma de pensar tras haberlo hablado seriamente con su almohada, y tomó la decisión de ir a por todas costase lo que costase. Calificó quinto y le cambió también la cara. Por dentro empezaba a albergar ese ápice de esperanza que le llevó durante esta dura semana a comentar que se veía en el podio.
Hoy, tras colocarse en su posición en parrilla, y mientras el semáforo se encendía, no pensaba en nada. Olvidó todas las preguntas de la prensa, todos los palos de los ingleses y también ese recuerdo feliz que aún poseía en su mente de aquel instante en el que a penas reconocía a sus mecánicos en el podio, cegado por las luces artificiales. Dejó su mente en blanco para dar la primera vuelta y, según su posición en ese momento, decidiría si sacar o no la garra. Adelantó una posición pero después cedió dos tras la maniobra de Webber, colocándose sexto. Mientras cruzaba la línea de meta por primera vez, se acordó de la salida de pista de Malasia, de la tuerca de Hungría, del tapacubos de Bélgica...y apretó los dientes hasta el final de la carrera para conseguir el mejor resultado del año.
Webber fue avisado y dejó pasar a Fernando, colocándose el español quinto, por detrás de Hamilton, Rosberg, Vettel y Glock. Tras la primera parada, Nico cometía un error y sobrepasaba la línea de salida del pit-lane, lo que acarreaba penalización para el alemán. Poco después, Adrian Sutil se veía involucrado en un accidente que indirectamente obligaría a Heidfeld a terminar con ese récord histórico de carreras consecutivas clasificadas que el de BMW posee, y que finalmente se quedó en 41. Eso obligaba a que saliese el safety-car, algo que no varió demasiado las posiciones pero que acortó todas las distancias que se habían ido consiguiendo tras las primeras veinte vueltas.
Alonso se colocaba cuarto después de la penalización de Rosberg, y volvía a apretar los dientes para que la distancia respecto a Glock no aumentase demasiado. Vettel, que en esos momentos circulaba segundo pegado a Hamilton, sería penalizado tras su segunda parada por pasarse de velocidad en el pit-lane con un drive-through. Así, Fernando subía a la tercera posición virtual. Disponía el español de seis vueltas más de combustible que su predecesor, Timo Glock, que le permitieron liderar la carrera durante un momento, pero que no fueron ni mucho menos suficientes para recortar la diferencia con el alemán. Finalmente se debería conformar con ser tercero, no sin antes haber marcado la vuelta rápida de carrera en un intento por acercarse a la cabeza que poco después cesó.
En la lucha por el título mundial, Mark Webber decía adiós tras abandonar por un problema de frenos, mientras que la penalización de Vettel le relegaba al cuarto puesto, perdiendo bastantes puntos por el camino. Por detrás, los Brawn, que habían estado más lentos durante el fin de semana que los austríacos, se peleaban entre sí, una pelea que vencería Button, terminando justo por delante de Barrichello pese a los problemas de frenos que tmbién aparecían en los monoplazas de los líderes del campeonato.
Hamilton cruzaba la línea de meta consiguiendo la segunda victoria de la temporada tras la lograda en Hungría, la tercera para un coche con KERS junto a la de Räikkönen en Bélgica. Glock finalizaba segundo logrando el mejor resultado de la temporada para él y el cuarto podio para Toyota tras los de Australia, Malasia y Bahrein. Alonso veía caer la bandera a cuadros en tercera posición, consiguiendo el primer podio del año para Renault y el quincuagésimo tercero de su carrera deportiva. Todos los pilotos terminaban la carrera echaustos, dada la enorme humedad y temperatura que, combinada con la dureza del circuito supone un enorme desgaste sólo apto para superhombres como ellos. Fernando se esforzaba por sonreir en el podio para poco después dedicar su resultado a Flavio Briatore en rueda de prensa.
Terminaba así el GP de Singapur, el mismo que empezaba en este blog con una corazonada, en un intento por quitar hierro a una situación tan complicada como la que estábamos viviendo en los últimos días, y que finalmente terminó cumpliéndose, como digo, gracias simplemente a la fuerza, la garra y la magia de Fernando Alonso. ¿La fortuna? Esa dejémosla para quienes únicamente pretenden colgarse medallas imaginarias e inventarse galones.
Hace un año titulaba la entrada del día como "El retorno del rey". Hoy sé que ese retorno no fue tal, y no lo digo porque un par de espabilados decidiesen tergiversar los resultados, sino porque sólo vuelven los que alguna vez se han ido.
Buenas noches Fernando, gracias por hacer nuestros sueños realidad.
●Imágenes (portada e interior): Sutton
●Imagen (sidebar): Getty Images
Decía entonces, y lo mantengo ahora, que todo lo que una boca pueda comentar previamente a que algo suceda, bien con intenciones de que se cumpla o bien de que ocurra todo lo contrario, no tiene ninguna importancia ni está relacionado con el hecho de que ese "algo" finalmente se haga realidad. Por eso no creo en los milagros, ni creo que necesitemos pedirle a una divinidad que nos ayude, ni tampoco tengo un amuleto al que asirme cuando las cosas me van mal. Pero en cambio sí soy partidario, y así os lo hice saber hace dos días, de utilizar dichos medios como ayuda psicológica.
Por eso estoy seguro de que lo que ha conseguido hoy Fernando Alonso no tiene absolutamente nada que ver con una corazonada personal, así como también creo que todos y cada uno de los ya 53 podios del asturiano no tienen relación alguna con la fuerza que sus aficionados le hayamos transmitido. Porque al fin y al cabo, él es el que se lo trabaja, el que se lo gana y el que se lo merece. Después nosotros disfrutamos, y en eso sí que tiene que ver, y mucho, la fuerza de Fernando.
Dicha fuerza empujó hoy a un r29 del que poco parecía poderse sacar ya, una vez que han cesado las evoluciones, y ayudado por la rabia acumulada durante las últimas semanas, le llevó a conseguir el primer podio de una temporada que estaba siendo para olvidar. Estoy seguro de que el sábado cambió su forma de pensar tras haberlo hablado seriamente con su almohada, y tomó la decisión de ir a por todas costase lo que costase. Calificó quinto y le cambió también la cara. Por dentro empezaba a albergar ese ápice de esperanza que le llevó durante esta dura semana a comentar que se veía en el podio.
Hoy, tras colocarse en su posición en parrilla, y mientras el semáforo se encendía, no pensaba en nada. Olvidó todas las preguntas de la prensa, todos los palos de los ingleses y también ese recuerdo feliz que aún poseía en su mente de aquel instante en el que a penas reconocía a sus mecánicos en el podio, cegado por las luces artificiales. Dejó su mente en blanco para dar la primera vuelta y, según su posición en ese momento, decidiría si sacar o no la garra. Adelantó una posición pero después cedió dos tras la maniobra de Webber, colocándose sexto. Mientras cruzaba la línea de meta por primera vez, se acordó de la salida de pista de Malasia, de la tuerca de Hungría, del tapacubos de Bélgica...y apretó los dientes hasta el final de la carrera para conseguir el mejor resultado del año.
Webber fue avisado y dejó pasar a Fernando, colocándose el español quinto, por detrás de Hamilton, Rosberg, Vettel y Glock. Tras la primera parada, Nico cometía un error y sobrepasaba la línea de salida del pit-lane, lo que acarreaba penalización para el alemán. Poco después, Adrian Sutil se veía involucrado en un accidente que indirectamente obligaría a Heidfeld a terminar con ese récord histórico de carreras consecutivas clasificadas que el de BMW posee, y que finalmente se quedó en 41. Eso obligaba a que saliese el safety-car, algo que no varió demasiado las posiciones pero que acortó todas las distancias que se habían ido consiguiendo tras las primeras veinte vueltas.
Alonso se colocaba cuarto después de la penalización de Rosberg, y volvía a apretar los dientes para que la distancia respecto a Glock no aumentase demasiado. Vettel, que en esos momentos circulaba segundo pegado a Hamilton, sería penalizado tras su segunda parada por pasarse de velocidad en el pit-lane con un drive-through. Así, Fernando subía a la tercera posición virtual. Disponía el español de seis vueltas más de combustible que su predecesor, Timo Glock, que le permitieron liderar la carrera durante un momento, pero que no fueron ni mucho menos suficientes para recortar la diferencia con el alemán. Finalmente se debería conformar con ser tercero, no sin antes haber marcado la vuelta rápida de carrera en un intento por acercarse a la cabeza que poco después cesó.
En la lucha por el título mundial, Mark Webber decía adiós tras abandonar por un problema de frenos, mientras que la penalización de Vettel le relegaba al cuarto puesto, perdiendo bastantes puntos por el camino. Por detrás, los Brawn, que habían estado más lentos durante el fin de semana que los austríacos, se peleaban entre sí, una pelea que vencería Button, terminando justo por delante de Barrichello pese a los problemas de frenos que tmbién aparecían en los monoplazas de los líderes del campeonato.
Hamilton cruzaba la línea de meta consiguiendo la segunda victoria de la temporada tras la lograda en Hungría, la tercera para un coche con KERS junto a la de Räikkönen en Bélgica. Glock finalizaba segundo logrando el mejor resultado de la temporada para él y el cuarto podio para Toyota tras los de Australia, Malasia y Bahrein. Alonso veía caer la bandera a cuadros en tercera posición, consiguiendo el primer podio del año para Renault y el quincuagésimo tercero de su carrera deportiva. Todos los pilotos terminaban la carrera echaustos, dada la enorme humedad y temperatura que, combinada con la dureza del circuito supone un enorme desgaste sólo apto para superhombres como ellos. Fernando se esforzaba por sonreir en el podio para poco después dedicar su resultado a Flavio Briatore en rueda de prensa.
Terminaba así el GP de Singapur, el mismo que empezaba en este blog con una corazonada, en un intento por quitar hierro a una situación tan complicada como la que estábamos viviendo en los últimos días, y que finalmente terminó cumpliéndose, como digo, gracias simplemente a la fuerza, la garra y la magia de Fernando Alonso. ¿La fortuna? Esa dejémosla para quienes únicamente pretenden colgarse medallas imaginarias e inventarse galones.
Hace un año titulaba la entrada del día como "El retorno del rey". Hoy sé que ese retorno no fue tal, y no lo digo porque un par de espabilados decidiesen tergiversar los resultados, sino porque sólo vuelven los que alguna vez se han ido.
Buenas noches Fernando, gracias por hacer nuestros sueños realidad.
●Imágenes (portada e interior): Sutton
●Imagen (sidebar): Getty Images
Que bien sienta este podio, ole ole y oleeeeeee por nuestro campeón, hace posible lo imposible, porque siendo realistas el R29 al seguir los otros evolucionando y ellos no, pues se ha vuelto a quedar detrás, así que Alonso hace milagros como solo él sabe hacerlos. Saludos
ResponderEliminarLa supuesta ventaja de Alonso en el segundo repostaje con Glock se vio compensada por el uso de los neumáticos más blandos del alemán. Hamilton ha hecho lo que tan bien sabe hacer aunque Rosberg le podría haber puesto en un aprieto. Una pena.
ResponderEliminarY se fue a dormir justo despues de la carrera.
ResponderEliminarSingapur es para los que aguantan, Alonso aguantó y se subió al podio. No nos flipemos, porque tecnicamente aguantó la posicion de salida, pero dos de delante no. Desgraciadamente no tiene pinta esto de que sea como el año pasado, donde Fernando acabó imponiendo la ley durante las últimas carreras, mas bien aguantar carros y carretas, y a ver que se pesca.
Y que se divierta.
Hamilton hizo lo único que sabe hacer cuando tiene aire limpio, y que pena lo de Rosberg, se ve que el chico estaba demasiado concentrado en la carrera y salió del pitlane muy revolucionando... no recordando que no era igual que el año pasado (que de todas formas... se las trae la salida)
Hasta la semana que viene ^^!
bendita corazonada MAND!!! espero ke sigas teniendo muxas de esas!!! xD un saludo!!
ResponderEliminarbendita corazonada MAND!!! espero ke sigas teniendo muxas de esas!!! xD un saludo!!
ResponderEliminarbendita corazonada MAND!!! espero ke sigas teniendo muxas de esas!!! xD un saludo!!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarA Hamilton le dejas irse solito en una situación la de hoy y no tiene problemas. Es como se siente más cómodo. Estaría bien que Nico le presionase un poquito más, pero cuando se pisa la línea hay que pasar por boxes, salvo que te llames Hamilton y sea en 2007.
ResponderEliminarA ver,lo de no nos flipemos no lo he entendido porque hasta el momento creo que el tercer puesto de hoy no le cayó a Alonso del cielo. Los errores que tuvieron Rosberg y Vettel son lances de carrera, los mismos que el asturiano tuvo que aguantar en Hungría, Bélgica y Malasia. Que el tercer puesto no es demasiado real, vale, pero aquí creo que nadie se flipa, sino todo lo contrario, pues bien merecido se tiene Fernando ese podio.
ResponderEliminarPor lo demás, fue una verdadera pena lo de Rosberg, pues él también se merecía luchar hasta el final por su primera victoria en la F1. Para mí Nico está siendo el mejor piloto del año, y sin duda la carrera de hoy lo estaba confirmando. Hubiese estado bien saber si Hamilton aguantaba al alemán tal y como lo aguantase el alemán a él el año pasado en la misma carrera cuando logró la segunda posición. Pero así son las carreras, que se lo digan al propio Lewis en Monza.
No, Mand, no me refiero a nosotros, pero ya me temo a los reporteros augurando un resurrección de Alonso... y que las corazonadas, muy bien, pero hay que tener los pies en la tierra, y este año tiene pinta que va a ganar un piloto, que en mi opinión no se lo merece, y Alonso, tenía que tener 3 o 4 podios... pero en esto la lógica no tiene nada que ver.
ResponderEliminarCoñe... con lo bien que lo hace Alonso... no le quiero quitar un ápice de mérito. Pero no estamos en 2008... y lo que puede venir la semana que viene parece que va a ser otra cosa, un momento muy glorioso, pero de otro tipo...
Ha quedado glorioso, haciendo propio por merito propio en un circuito que tantos quebraderos de cabeza extradeportivos nos ha traido las ultimas semanas. Esto es lo que hace grande a Fernando.
ResponderEliminarA pesar de la alegría del podio, me ha aprecido una carrera triste y bastante aburrida. He perdido las esperanzas... este ha sido un campeonato para olvidar.
ResponderEliminarNi siquiera Fernando me pareció que se alegrara realmente y sus palabras de agradecimiento al equipo y dedicadas a Briatore sonaron a total despedida de Renault.
Ojalá pronto se confirme su paso a Ferrari, quiero volver a verle saltar de emoción en el podio.
Un saludo y que vivan las corazonadas!! ;)
Eso eso, que vivan las corazonadas, a ver si Madrid también gana los JJ.OO. de 2016, aunque yo en ese tema no tengo precisamente una corazonada, ya que veo difícil que suceda. Espero de todas formas que Madrid salga elegida.
ResponderEliminarLukas, gracias por la aclaración. El que crea que el podio de Alonso en Singapur va a significar una revolución del asturiano como el año pasado no estará más que soñando demasiado, ya que sin evolucionar el coche a penas podrá conseguir un par de puntos por carrera si todo va medianamente bien. De todas formas, con Alonso nunca se sabe, y aún no conocemos el circuito de Abu Dhabi, Suzuka se le da bien e Interlagos le gusta, aunque sabemos que el que manda es el coche. De momento creo que pensar en que Alonso consiga más podios es un poco descabellado, aunque yo espero que esté cerca en esta temporada tan igualada. Ya se sabe, cuando crees que algo bueno va a pasar lo más fácil es que te lleves una decepción si no ocurre, en cambio si no tienes claro que puede ocurrir, la decepción no existirá y la alegría si sucede será mayor.
Respecto al tema Ferrari, parece que será muy pronto el anuncio, y eso traerá otros tantos anuncios por detrás que resultarán interesantes. Me encantaría ver un mundial en el que Alonso, Hamilton, Rosberg y Räikkönen se peleasen por el título. Aunque si el finlandés termina en McLaren....mal va.