Victoria para Massa, Hamilton tercero

¡Vaya una carrera! No sé si alegrarme o enfadarme, si decir que ha sido la mejor del año, o que por culpa de algún personaje no ha sido nada especial. No lo sé, la verdad es que he disfrutado, hasta la última vuelta, cuando vi a Alonso entrar en meta. Sí, al menos esta vez entró, pues el japonés suicida salía bastante atrasado en parrilla comparado con el sexto puesto desde el que partía el español. Todo empezó con la incógnita de la metereología. Eso hacía prever una carrera apasionante, y por qué no, una buena opción para Alonso de pasar de ese cuarto lugar al menos una vez en la temporada. Pero no, no pudo ser.
La salida se hizo sobre un asfalto mojado, pero no encharcado. Las previsiones eran optimistas en cuanto a la llegada del sol, y todos montaron slicks. No hubo incidentes, pero sí emoción. Para empezar, Kovalainen hizo una salida muy mala, demostrando por qué está en McLaren (para los que no entiendan la ironía, Alonso y Hamilton igual a problemas, Hamilton y Kovalainen igual a filosofía McLaren, piloto malo y piloto peor). Bueno, el caso es que la mala salida del piloto que le va a dar el título de constructores a Ferrari le vino de perlas a Alonso, que a pesar de tener que salirse por la escapatoria (al igual que el año pasado con Hamilton, si hacemos memoria), pudo ganar dos posiciones y situarse cuarto. La salida fue buena, pero en mi opinión, lo de Trulli no ha sido normal, creo que se saltó la salida.
Pero no me voy a poner detallista, que la carrera ya tuvo suficientes problemas como para prestarle atención a pequeños fallos. Por delante, Räikkönen resurgía y adelantaba del cuarto puesto a la primera posición (gracias en parte al segundón de Kovalainen), con dos adelantamientos brutales a Massa y Hamilton. Alonso aguantó tras ellos, hasta que se secó la pista y se vieron las vergüenzas del Renault y la clara superioridad de los Ferrari y McLaren. Alonso tenía a mitad de carrera un colchón de 10 segundos sobre Bourdais, quinto, y corría en tierra de nadie, pues Massa, tercero, estaba ya a más de 20.
A medida que nos acercábamos al final, y tras ver un nuevo episodio de la grandeza de Nelsinho Piquet destrozando coches, la cosa se iba poniendo más negra. Bueno, el cielo, porque las nubes llegaban y las previsiones de lluvia también.
Entonces llegó el marrón. Si la carrera hubiese terminado en seco, todos estaríamos contentos con la cuarta plaza de Fernando, pero así no. La lluvia nos mostró la realidad, una realidad necesaria para entender la fórmula 1. Para empezar, nos mostró que Hamilton sigue sin aprenderse el reglamento, y sigue buscando nuevas normas para salir indemne. Pero parece que eso sólo funciona cuando en medio está un español llamado Fernando Alonso. Pues este año no le fuinciona. Hamilton demostró que en agua es mejor que Kimi y Massa (que nadie diga el mejor de la parrilla, porque eso es una mentira desproporcionada), y se acercó al finlandés. Entonces empezó una lucha preciosa, llena de errores, algo normal, no vamos a exigir que hagan milagros con slicks, yendo al máximo, y con el diluvio universal cayendo sobre sus cabezas. Pero en la última curva llegó el Hamilton que todos conocemos, el Hamilton que se pasa el reglamento por sus partes y, tras comerse la chicane, no dejó a Kimi ni un sólo metro, y además forzó el toque entre ambos. Vamos, Hamilton en estado puro. Por detrás llegaba Massa, pero no os hagáis ilusiones, Felipe no es el mago del agua, no había peligro.
A dos vueltas para el final llegó el espectáculo. Los coches eran incontrolables, y Hamilton a duras penas podía mantenerse en pista. Conociendo a Hamilton, fue un milagro que terminara la carrera. Por su parte, Kimi Räikkönen demostró lo contrario de lo que nos mostró al principio de la carrera, algo que ya vimos en Valencia, que no está a lo que está, que su etapa se ha terminado, y que su puesto en Ferrari no debería prolongarse un año más. En efecto, Kimi no pudo con la presión y terminó con el coche en el muro.
Ahí saltamos todos de alegría, Alonso era tercero. Sí, pero aquí entra lo mejor de la carrera. Renault, dispuestos a arruinar de nuevo cualquier esperanza de podio, metió al asturiano en boxes a cambiar neumáticos, viendo que Heidfeld lo había hecho una vuelta antes. Primer error, Heidfeld adelantaba así a Alonso. Segundo error, Alonso salía octavo, tercer error, o se entra a dos vueltas o no se entra, porque yo le llamo asumir riesgos a algo que tiene una cierta probabilidad de salirte bien. A lo que hizo Renault le llamo cagarla, como siempre, como en Mónaco, en Canadá, como todo el año. Alonso les salvó el pellejo adelantando a dos coches en lso últimos metros de la carrera y a Vettel sobre la línea.
Al final, Hamilton ganaba a duras penas, Massa entraba segundo sobrado, Heidfeld se veía favorecido por su acertadísima estrategia, y Alonso, con sus manos conseguía terminar cuarto de milagro, por menos de una décima.
Pero como ya sabíamos, no todo estaba dicho, y al final Hamilton fue sancionado por su maniobra con Kini con 25 segundos de penalización. Eso sí, terminó tercero.
Analizemos ahora lo que podría haber ocurrido. Para empezar reiterar que por muy largo que sea SPA, sólo había dos opciones, o entrar a dos vueltas para el final, o no entrar. Heidfeld demostró que la primera estrategia era la mejor, y que realmente se ganaba tiempo. Que eso no se sepa a priori es comprensible. Lo que no es comprensible es que una vez que sabes que Heidfeld ha entrado, que viene como un tiro y que la única opción que tienes de podio pasa por mantenerte en pista, te metas a boxes a cambiar neumáticos.
Por lo tanto, haciendo cálculos, en el caso de que Alonso hubiese entrado a boxes a dos vueltas del final, sería una estrategia arriesgada, al ser el primero en hacerlo, pero calculando el tiempo que ganó Heidfeld, y suponiendo que Heidfeld tampoco es el dios de la fórmula 1 y que Alonso daría dos vueltas más rápido que el alemán, Fernando habría ganado la carrera sacándole más de dos segundos al propio Hamilton, posteriormante sancionado, o sea, más de ocho segundos a Massa. En el segundo caso de que Alonso siguiese en pista, y suponiendo que no terminara contra las protecciones, Heidfeld posiblemente lograse pasarlo, pero todo estaría en cuestión de uno o dos segundos, con lo cual Alonso, tras no haber parado en boxes, tenía el cuarto puesto garantizado, siempre suponiendo que, como Vettel y Bourdais, se mantuviese en pista. En cambio, haciendo lo que hizo Renault, lo único que podían era rezar para que Alonso hiciese lo que hizo.
Como conclusión final, decir bien claro que Renault no aprende, y que ya ha perdido al menos tres podios y el cuarto puesto en el mundial de constructores que ocuparía ahora mismo. Por otro lado, Kimi Räikkönen no está ya para seguir en la fórmula 1 y se ha visto bien claro que, en agua, que es donde se ve realmente el talento de los pilotos y donde se destapan las vergüenzas de los más malos, queda desde hoy aún más demostrado que los cuatro pilotos que hay sentados en los mejores coches no son precisamente los mejores pilotos de la parrilla. Creo que Hamilton, que es el mejor de todos ellos (si Kimi sigue descentrado como parece que va a ocurrir), no le llega ni a la suela de los zapatos a gente como Alonso, Kubica, Vettel, y algún otro que no he dicho. Además, vemos que Massa está ahí gracias a pilotar un Ferrari y Kovalainen es el perfecto compañero de box de Hamilton, pues no estorba, no le gana y si puede no puntúa. Creo que ya va siendo hora de remodelar algo el sistema y de ver a cada uno donde se merece. A Massa en una escudería tipo Toyota o Red Bull (tipo Sauber, de donde nunca debió salir); a Kovalainen en Renault, de donde nunca debió salir tampoco; a Räikkönen en el mundial de rallies o vendiendo helados en una playa, pues la etapa f1 se le ha acabado. Sólo dejaría a Hamilton donde está para que se viese realmente y de una vez en pista que lo del 2007 fue un timo. Creo que gente como Kubica, Vettel o Alonso merecen algo mejor, pero en la vida todos sabemos que no siempre tenemos lo que merecemos tener.