Antes de nada, hola a todos los que visitéis mi blog, que estreno hoy, dos días antes del GP de Turquía de Fórmula 1, y en el que trataré de contar las noticias más importantes de lo que suceda en este deporte.
Para empezar, y como lo hago en medio de la temporada, haré un resumen de lo que para mí está siendo el arranque de mundial en este año 2008.
Todo empezó el 16 de marzo en Australia, en el circuito de Albert Park, un circuito "fácil" para los pilotos, que desaparecerá el año que viene del calendario por problemas horarios. Como todos suponíamos, y el propio Fernando Alonso nos contaba cada día, el R-28 no era una "joya" de fácil conducción con la que se pudiese hacer un buen resultado. Pero ni mucho menos, vamos. Lo vimos en la sesión de clasificación, donde alguno que otro aún creía que Fernando iba a estar peleando entre los mejores. Pues nanai, el piloto español sacó lo máximo que pudo, y no consiguió pasar ni a la Q3, quedando ubicado en la sexta fila de la parrilla, en la 12ª posición. Al día siguiente, el pesimismo reinaba en quienes aún no habían comprendido que Fernando no tenía uno de los mejores coches. Pero nos encontramos con la suerte, pues a pesar de que la lluvia no había hecho acto de presencia, los accidentes y abandonos se producían a una velocidad de vértigo. Los cambios fundamentales del año, como la supresión del TC, hicieron que en el país oceánico viviéramos la carrera más accidentada de la historia de la F1 en seco (sólo cruzaron la línea de meta 6 coches). Y ahí vimos al mejor Alonso, al Fernando combativo, al Fernando que se crece ante las adversidades, y tras una magnífica maniobra adelantando al Ferrari del campeón Räikkönen y al McLaren de Kovalainen en la misma curva, se situó en quinta posición. El abandono del debutante Bourdais y el posterior famoso error de Kovalainen en la recta principal a una vuelta del final, hicieron que Fernando acabara la carrera rozando el podio, en cuarta posición. La carrera la ganó Hamilton, por delante de Heidfeld y Rosberg.
Pero eso no quería decir nada, y al ver a Fernando tan arriba, muchos llegaron al siguiente GP pensando que iba a estar entre los mejores. Pues nanai de nuevo, a pesar de que Alonso exagere para calmar los ánimos (algo que no consigue con mucha gente), el Renault no puede estar más que en la lucha por entrar en los puntos. Llegamos entonces a Malasia, tan sólo una semana después del accidentado GP de Australia, con Hamilton líder del mundial. Tras el fiasco de Ferrari en Australia, donde ambos coches abandonaron por problemas mecánicos, el protagonismo recaía en los pilotos de McLaren-Mercedes. Pero nada más lejos de la realidad, Ferrari dominó y Kimi se llevó la victoria, mientras que Massa, que había hecho la pole, cometió un infantil error y sumaba 0 puntos en dos carreras. Fernando, por su parte, pudo entrar en la Q3, volviendo a despertar las esperanzas a quienes no veían la realidad. Pero en carrera se vio por fin dónde estaba el Renault. Y claro, decepción. Es que había que hacer caso a Fernando, simplemente intentaba que no nos lleváramos un chasco, y parece que no lo consiguió con algunos (entre los que incluyo a Lobato, por cierto). El caso es que terminó sacando un punto.
Llegamos a Bahrein, con Hamilton aún liderando la clasificación, y cuando algunos se creían que iba a ser su año, va y hace lo que mejor sabe hacer, cagarla. Fernando salía desde la décima posición y adelantó a Hamilton en la primera curva, pero no porque hiciera una gran salida, no. Hemos quedado en que el Renault es malo, sí, vale, es malo, pero al menos sabe salir cuando se apaga el semáforo. Y claro, Hamilton se colocó detrás del piloto español, y se puso nervioso, como es normal en alguien que aún no le tiene cogido el punto a la categoría reina del automovilismo. En la salida de una curva, y en aceleración, el McLaren voló por encima del R-28, que si ya de por sí es malo, no te digo nada con un boquete en el alerón trasero. El "piloto" inglés arruinó así su carrera (la de Bahrein, pues la carrera deportiva la arruina en cada GP) y terminó fuera de los puntos. La sorpresa entonces, tras los fallos de McLaren y Ferrari, empezó a ser BMW, una escudería que demuestra tener todo para ganar en el futuro, y que consiguió precisamente en Bahrein su primera pole de manos del polaco Robert Kubica. En la carrera de Bahrein, Fernando Alonso no puntuó, y terminó de convencer a todo el mundo de que el R-28 no valía para nada.
Tras unas cuantas semanas de transición en las que el tema más hablado era las mejoras del Renault para el GP de España, Fernando se empeñaba en que fuéramos pesimistas, y dejaba claro que el Renault nunca podría luchar con los grandes, a pesar de las mejoras.
Pero a partir de ahí, empezó lo que actualmente es un sueño. Llegó el día de la sesión de Calificación, y Fernando dejó ya en las dos primeras tandas pinceladas de lo que iba a ser la gran sorpresa del día, pues en la Q2 por ejemplo, terminó 4º. Fue entonces, cuando ya todo el mundo era pesimista, cuando todos repetían la frase: "estamos contigo a pesar de todo", cuando el asturiano consiguió rozar la pole position, acabando 2º por detrás del campeón Kimi Räikkönen. La explosión de júbilo se escuchó en toda España y en otros países donde los fans alonsistas animan al español. La carrera prometía, y el sueño empezaba. No hace falta que explique mucho lo que pasó, simplemente hay que quedarse con que el R-28 está ahí arriba, casi a la altura de los grandes, y que a pesar de la rotura del motor, Fernando estará luchando con la misma garra en Turquía mañana mismo.
La noticia de estas dos semanas de transición entre grandes premios ha sido la de la seguridad. El espectacular accidente del finlandés Heikki Kovalainen dejó dudas sobre este aspecto, algo de lo que no se hablaba desde la muerte de Ayrton Senna (con permiso de Kubica en Montreal 2007, donde no se cuestionó la seguridad del circuito). Y es que el piloto nórdico, a pesar de las medidas de seguridad que tiene el coche y el propio circuito, estuvo según algunas fuentes, a punto de morir ahogado entre los neumáticos. Por suerte no pasó nada y el piloto podrá correr en Turquía.
Precisamente eso ha sido tema de conversación en España, pues todos esperábamos la noticia de que Kovalainen no pudiese correr en Turquía para ver a Pedro de la rosa montado en el MP4-23. Pero hoy mismo se confirmó que Heikki correrá en Istambul Park, y nuestro gozo en un pozo.
Tenemos las esperanzas puestas en el R-28, con motor de primer ciclo, y esperamos ver una carrera apasionante con un Fernando que, a pesar de seguir siendo una incógnita el dónde se encuentra en estos momentos, seguro que nos brinda un buen espectáculo en este bello circuito.
Mañana a las 10:00 serán los primeros libres, y a las 14:00 los segundos. Será entonces cuando vuelva a escribir para valorar los resultados, y traeré las noticias que puedan surgir este primer día de entrenamientos. Saludos a todos y espero que disfrutéis del blog.
Para empezar, y como lo hago en medio de la temporada, haré un resumen de lo que para mí está siendo el arranque de mundial en este año 2008.
Todo empezó el 16 de marzo en Australia, en el circuito de Albert Park, un circuito "fácil" para los pilotos, que desaparecerá el año que viene del calendario por problemas horarios. Como todos suponíamos, y el propio Fernando Alonso nos contaba cada día, el R-28 no era una "joya" de fácil conducción con la que se pudiese hacer un buen resultado. Pero ni mucho menos, vamos. Lo vimos en la sesión de clasificación, donde alguno que otro aún creía que Fernando iba a estar peleando entre los mejores. Pues nanai, el piloto español sacó lo máximo que pudo, y no consiguió pasar ni a la Q3, quedando ubicado en la sexta fila de la parrilla, en la 12ª posición. Al día siguiente, el pesimismo reinaba en quienes aún no habían comprendido que Fernando no tenía uno de los mejores coches. Pero nos encontramos con la suerte, pues a pesar de que la lluvia no había hecho acto de presencia, los accidentes y abandonos se producían a una velocidad de vértigo. Los cambios fundamentales del año, como la supresión del TC, hicieron que en el país oceánico viviéramos la carrera más accidentada de la historia de la F1 en seco (sólo cruzaron la línea de meta 6 coches). Y ahí vimos al mejor Alonso, al Fernando combativo, al Fernando que se crece ante las adversidades, y tras una magnífica maniobra adelantando al Ferrari del campeón Räikkönen y al McLaren de Kovalainen en la misma curva, se situó en quinta posición. El abandono del debutante Bourdais y el posterior famoso error de Kovalainen en la recta principal a una vuelta del final, hicieron que Fernando acabara la carrera rozando el podio, en cuarta posición. La carrera la ganó Hamilton, por delante de Heidfeld y Rosberg.
Pero eso no quería decir nada, y al ver a Fernando tan arriba, muchos llegaron al siguiente GP pensando que iba a estar entre los mejores. Pues nanai de nuevo, a pesar de que Alonso exagere para calmar los ánimos (algo que no consigue con mucha gente), el Renault no puede estar más que en la lucha por entrar en los puntos. Llegamos entonces a Malasia, tan sólo una semana después del accidentado GP de Australia, con Hamilton líder del mundial. Tras el fiasco de Ferrari en Australia, donde ambos coches abandonaron por problemas mecánicos, el protagonismo recaía en los pilotos de McLaren-Mercedes. Pero nada más lejos de la realidad, Ferrari dominó y Kimi se llevó la victoria, mientras que Massa, que había hecho la pole, cometió un infantil error y sumaba 0 puntos en dos carreras. Fernando, por su parte, pudo entrar en la Q3, volviendo a despertar las esperanzas a quienes no veían la realidad. Pero en carrera se vio por fin dónde estaba el Renault. Y claro, decepción. Es que había que hacer caso a Fernando, simplemente intentaba que no nos lleváramos un chasco, y parece que no lo consiguió con algunos (entre los que incluyo a Lobato, por cierto). El caso es que terminó sacando un punto.
Llegamos a Bahrein, con Hamilton aún liderando la clasificación, y cuando algunos se creían que iba a ser su año, va y hace lo que mejor sabe hacer, cagarla. Fernando salía desde la décima posición y adelantó a Hamilton en la primera curva, pero no porque hiciera una gran salida, no. Hemos quedado en que el Renault es malo, sí, vale, es malo, pero al menos sabe salir cuando se apaga el semáforo. Y claro, Hamilton se colocó detrás del piloto español, y se puso nervioso, como es normal en alguien que aún no le tiene cogido el punto a la categoría reina del automovilismo. En la salida de una curva, y en aceleración, el McLaren voló por encima del R-28, que si ya de por sí es malo, no te digo nada con un boquete en el alerón trasero. El "piloto" inglés arruinó así su carrera (la de Bahrein, pues la carrera deportiva la arruina en cada GP) y terminó fuera de los puntos. La sorpresa entonces, tras los fallos de McLaren y Ferrari, empezó a ser BMW, una escudería que demuestra tener todo para ganar en el futuro, y que consiguió precisamente en Bahrein su primera pole de manos del polaco Robert Kubica. En la carrera de Bahrein, Fernando Alonso no puntuó, y terminó de convencer a todo el mundo de que el R-28 no valía para nada.
Tras unas cuantas semanas de transición en las que el tema más hablado era las mejoras del Renault para el GP de España, Fernando se empeñaba en que fuéramos pesimistas, y dejaba claro que el Renault nunca podría luchar con los grandes, a pesar de las mejoras.
Pero a partir de ahí, empezó lo que actualmente es un sueño. Llegó el día de la sesión de Calificación, y Fernando dejó ya en las dos primeras tandas pinceladas de lo que iba a ser la gran sorpresa del día, pues en la Q2 por ejemplo, terminó 4º. Fue entonces, cuando ya todo el mundo era pesimista, cuando todos repetían la frase: "estamos contigo a pesar de todo", cuando el asturiano consiguió rozar la pole position, acabando 2º por detrás del campeón Kimi Räikkönen. La explosión de júbilo se escuchó en toda España y en otros países donde los fans alonsistas animan al español. La carrera prometía, y el sueño empezaba. No hace falta que explique mucho lo que pasó, simplemente hay que quedarse con que el R-28 está ahí arriba, casi a la altura de los grandes, y que a pesar de la rotura del motor, Fernando estará luchando con la misma garra en Turquía mañana mismo.
La noticia de estas dos semanas de transición entre grandes premios ha sido la de la seguridad. El espectacular accidente del finlandés Heikki Kovalainen dejó dudas sobre este aspecto, algo de lo que no se hablaba desde la muerte de Ayrton Senna (con permiso de Kubica en Montreal 2007, donde no se cuestionó la seguridad del circuito). Y es que el piloto nórdico, a pesar de las medidas de seguridad que tiene el coche y el propio circuito, estuvo según algunas fuentes, a punto de morir ahogado entre los neumáticos. Por suerte no pasó nada y el piloto podrá correr en Turquía.
Precisamente eso ha sido tema de conversación en España, pues todos esperábamos la noticia de que Kovalainen no pudiese correr en Turquía para ver a Pedro de la rosa montado en el MP4-23. Pero hoy mismo se confirmó que Heikki correrá en Istambul Park, y nuestro gozo en un pozo.
Tenemos las esperanzas puestas en el R-28, con motor de primer ciclo, y esperamos ver una carrera apasionante con un Fernando que, a pesar de seguir siendo una incógnita el dónde se encuentra en estos momentos, seguro que nos brinda un buen espectáculo en este bello circuito.
Mañana a las 10:00 serán los primeros libres, y a las 14:00 los segundos. Será entonces cuando vuelva a escribir para valorar los resultados, y traeré las noticias que puedan surgir este primer día de entrenamientos. Saludos a todos y espero que disfrutéis del blog.
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