Los cinco candidatos (II): Mark Webber

Después de una temporada 2009 en la que Red Bull dio un enorme paso adelante y se convirtió en uno de los equipos punteros de la parrilla, en este 2010 tocaba rematar la faena. Sebastian Vettel era, a priori, la gran baza del equipo austríaco, pues no sólo se había proclamado subcampeón del mundo, sino que contaba desde el inicio con todo el apoyo de su equipo.

Después de una temporada 2009 en la que Red Bull dio un enorme paso adelante y se convirtió en uno de los equipos punteros de la parrilla, en este 2010 tocaba rematar la faena. Sebastian Vettel era, a priori, la gran baza del equipo austríaco, pues no sólo se había proclamado subcampeón del mundo, sino que contaba desde el inicio con todo el apoyo de su escuadra.

Sin embargo, Mark Webber, que el pasado año se anotó sus dos primeras victorias en la Fórmula 1 (Alemania y Brasil) , se reivindicó con una gran racha de poles, triunfos y podios en la primera mitad del campeonato que le convertían en firme candidato al título.

Sus victorias en España y Mónaco le colocaron a la par de su compañero, algo que tuvo su efecto en Turquía con el famoso incidente entre ambos. Cedió el liderato en Canadá y perdió muchos puntos en Valencia tras una pésima salida y un espectacular accidente. Sin embargo, volvió por sus fueros ganando en Silverstone y Hungaroring para colocarse de nuevo al frente de la tabla.

La recta final del campeonato ha estado muy igualada en cuanto a reparto de puntos, y tras ceder nuevamente el liderato en favor de Hamilton, los abandonos de éste en Italia y Singapur, acompañados de los podios de Mark en Marina Bay y Suzuka, le colocaban con un importante margen de maniobra de cara a las últimas tres carreras del año.

Sin embargo, en el flamante y desastroso circuito de Yeongam, Webber cometería un error de pilotaje que le puede costar caro cuando todo acabe en Abu Dabi, y se vio obligado a abandonar. Por suerte para él, Vettel tampoco sumaría puntos en Corea, pero un Fernando Alonso enrachado le arrebataría la primera posición y se colocaría como la alternativa a un final dominado por los chicos de las bebidas energéticas.

El piloto australiano encara ahora los dos Grandes Premios restantes esperando cosechar los mismos resultados que el pasado año, lo cual entra dentro de sus posibilidades al poseer el mejor coche de la parrilla. Sin embargo, son varios los factores que pueden jugar en su contra. El primero y más temido es su propio equipo, el cual seguirá dando libertad a Seb mientras las matemáticas lo permitan. El segundo tiene nombre y apellidos, y es Fernando Alonso, un piloto muy en forma, muy experimentado, y que saca lo mejor de sí en los momentos clave. Y el tercero es la presión que sentirá al luchar por el campeonato, lo cual es una incógnita, pues a pesar de haber mostrado una gran solidez durante la temporada, su abandono en Corea abre las dudas sobre cómo le afectará llegar al final con todo aún en juego.

Sus opciones siguen muy vivas, aunque bastante menos de lo que estaban tras el doblete de Japón. Dos victorias le hacen campeón, por lo que depende de sí mismo, pero está en una situación tan delicada que el más mínimo inconveniente puede tirar todo al traste. Aunque, haga lo que haga, seguramente no habrá estado mal para un piloto número dos.