Temporada 2010: Los mejores pilotos

Una vez que la apasionante temporada 2010 ha bajado su telón, llega el momento de detenernos a analizar subjetivamente ciertos aspectos de la misma, como ya hicimos en 2009 (ver entrada aquí). Para empezar, vamos a fijarnos en los pilotos, haciendo una selección de aquellos que mejores dotes han demostrado al volante de sus respectivos monoplazas, siempre teniendo en cuenta los límites que cada una de dichas máquinas posee.

Una vez que la apasionante temporada 2010 ha bajado su telón, llega el momento de detenernos a analizar subjetivamente ciertos aspectos de la misma, como ya hicimos en 2009 (ver entrada aquí). Para empezar, vamos a fijarnos en los pilotos, haciendo una selección de aquellos que mejores dotes han demostrado al volante de sus respectivos monoplazas, siempre teniendo en cuenta los límites que cada una de dichas máquinas posee.

1.Robert Kubica (9.5)

El piloto polaco dio un paso arriesgado al fichar por Renault tras la despedida de BMW de la categoría, teniendo en cuenta que la situación del equipo francés, tanto deportiva como económicamente hablando, no era ni mucho menos la mejor. Por suerte, a pesar de que no era un monoplaza ganador, el R30 permitía optar a entrar entre los diez mejores en calificación y sumar puntos con regularidad. Y si hablamos de ser consistentes, tener a Robert es un seguro.

La carrera inaugural fue la única en la cual, sin haber abandonado, no logró puntuar. Las otras dieciocho pruebas se saldaron con tres retiradas y quince top-10, finalizando el año en octava posición con 136 puntos. En el segundo Gran Premio de la temporada logró su mejor resultado al terminar segundo, pero su mejor momento coincidió con la llegada de Mónaco, donde el polaco sencillamente aleccionó a sus rivales con una clase de pilotaje dividida en tres días y un podio muy por encima de las posibilidades de su monoplaza.

En Gran Bretaña, un problema mecánico cortó una racha de 13 carreras finalizadas consecutivamente y 8 seguidas puntuando. Sus otros dos abandonos fueron originados en el pit-lane, ambos por fallos de su equipo. Kubica volvería a brillar en otro trazado mítico, Spa-Francorchamps, donde calificó en tercera posición y subió al podio impulsado por el revolucionario F-Duct.

Fue una auténtica pesadilla para su compañero de equipo, a quien batió en calificación en 17 ocasiones de 19 posibles, pasando a la tercera ronda en todas las carreras excepto en la última. Además, logró una vuelta rápida, la primera de su trayectoria, en el Gran Premio de Canadá, el mismo lugar donde un día nos encogió el corazón y al otro nos lo estimuló. Dos años después de su única victoria nos sigue demostrando que está preparado para volver a hacer algo grande, y a poco que su coche se lo permita, lo hará, no tengo dudas.

2.Sebastian Vettel (9.25)

Cuando este joven alemán sorprendió a medio mundo nada más y nada menos que en el templo de la velocidad, y a bordo de una escudería que pocos años atrás, bajo otra denominación, se arrastraba por los circuitos, muchos fueron los que se atrevieron a afirmar que el piloto más joven en lograr una victoria sería campeón del mundo en un futuro no muy lejano.

Dos años después de su éxito en Monza, dos años después de que el campeón del mundo más joven de la historia dejase su trono a un nuevo rey, Sebastian Vettel recoge el cetro de Lewis Hamilton. Aquello que muchos pronosticaron bajo un día lluvioso se había convertido en una realidad.

No ha sido casual. Vettel ha firmado su mejor temporada en la Fórmula 1, tanto estadística como deportivamente hablando. Sus diez poles, más de la mitad de las posibles, sus cinco victorias y sus diez podios suponen los mejores números de su corta trayectoria en la categoría, propiciados gracias en buena parte a uno de los mejores diseños de monoplazas jamás llevado a la práctica, pero también a un gran pilotaje propio de quienes pueden aportar ese "plus", que no son muchos.

Tras ser tachado de irregular, algo que podía jugar en su contra este año, sólo cometió dos errores importantes. El de Turquía, uno de los momentos del año, fue tremendamente grave, mientras que el de Bélgica, aunque no le obligó a retirarse, le dejó sin puntos y limitaba sus opciones. Pero un final de temporada sublime, donde sólo el motor de Corea se interpuso en su camino, le convirtió en justo campeón del mundo. Teniendo en cuenta su corta edad, probablemente este título no será el último que caiga en sus manos, afirmación que no dista en probabilidad de aquellas que se hacían en Italia en el año 2008.

3.Mark Webber (9.0)

Tras siete temporadas en la categoría, un radiante y feliz Webber se alzó en Alemania con su primera victoria en el que, hasta el momento, era el mejor año de su carrera. Pero él era consciente de la oportunidad que 2010 le iba a brindar, una de esas a las que debes agarrarte porque no sabes si habrá otra. Y vaya si se agarró.

El australiano tuvo un comienzo titubeante, que unido a la parte final del campeonato supusieron sus peores momentos, los cuales le apartaron del título. Seis puntos en las dos primeras carreras era un bagaje demasiado pobre para un RB6 que pedía a gritos una victoria. Su octavo puesto en China hizo efímera la alegría del podio de Sepang, pero en lugar de venirse abajo, el mejor Mark salió de su cascarón.

Lo hizo con tres poles consecutivas, que hubiesen sido tres victorias de no ser por la desesperación de su compañero en Istanbul Park. Tras ponerse líder del mundial por primera vez en su carrera, el espectacular accidente en Valencia tras una salida pésima le haría retroceder algunas posiciones, que posteriormente recuperaría con el dominio absoluto de su equipo en Hungaroring. A partir de ese momento encabezó el campeonato y se postuló como uno de los grandes favoritos al triunfo final.

Otra pésima salida en Bélgica le privó de la victoria, pero ese podio, acompañado de los de Singapur y Japón, reforzaban sus opciones de cara al desenlace de la temporada. Sin embargo, el nuevo y desastroso ciruito de Yeongam, y probablemente la presión, le jugaron una mala pasada, sufriendo un accidente que a posteriori sería una de las razones por las que no pudo coronarse campeón por primera vez. El segundo puesto de Brasil le hacía respirar, pero en Abu Dabi lo perdería todo tras una mala calificación. Concluyendo, una gran temporada para Webber, quien brilló en muchas ocasiones, aunque no estuvo exento de errores.

4.Fernando Alonso (8.0)

Después de pasar una segunda etapa en Renault, donde con un coche inferior logró dos victorias y cuatro podios, uno de ellos sublime en Singapur 2009, el español llegaba a Ferrari dispuesto a dar guerra. No tenía obligación de lograr su tercer título en su año de debut, teniendo en cuenta el bajo rendimiento del F60 el pasado año, pero a medida que iban pasando las carreras ese objetivo se iba convirtiendo en una posibilidad nada descabellada.

Venció en su debut, y sin duda pudo haber sacado una mayor cantidad de puntos en la primera mitad del campeonato, de no haber cometido una serie de errores poco habitual en un piloto de su calibre: su trompo en la primera curva de Albert Park, su salida falsa en China, su accidente en los terceros libres de Mónaco y el adelantamiento ilegal a Kubica en Silverstone.

A pesar de ello, Fernando nos dejó grandes actuaciones, como la de Malasia, donde realizó una de las mejores carreras de su trayectoria, peleándose con un monoplaza maltrecho que finalmente le dejaría tirado. Subió al podio en casa y también en el regreso del Gilles Villeneuve, pero daba la impresión de estar más retrasado de lo que debería en la clasificación.

Su segunda mitad de campeonato recordó a la realizada en 2008, y salvo su abandono en Bélgica, llevó a cabo magistrales clases de pilotaje que le metieron nuevamente en la batalla por el título. Dominó en Alemania, no sin polémica, y se coló en la fiesta húngara de Red Bull. Venció en Monza ante los tifosi tras una gran pelea con Button, y haría lo propio en Singapur, uno de sus mejores Grandes Premios del año, a pesar de sentir el aliento de Vettel durante la mitad de la carrera.

En Japón, Corea y Brasil se mantuvo al acecho, vigilando a los Red Bull, y fue en el estreno de Yeongam donde pudo alzarse con una inesperada victoria tras el abandono de ambos, que le colocó nuevamente líder. Llegó a la última cita encabezando el campeonato, pero un tremendo error de su equipo le apartó de su tercera corona. En resumen, una temporada muy buena, con momentos de brillantez, pero con demasiados errores que a posteriori cuestan un mundial.

5.Nico Rosberg (7.5)

El alemán demostró el año pasado sus dotes como piloto al enlazar varias carreras consecutivas con resultados superiores a los que su Williams le permitía y mostrar una regularidad pasmosa. En 2010 llegó al equipo campeón del mundo, donde sin embargo no se encontró con el mejor monoplaza.

Tener como compañero inesperado a un siete veces campeón del mundo, por muy venido a menos que esté, siempre es un punto de presión extra que Nico superó sin complicaciones, haciendo uso de su constancia carrera tras carrera. Empezó el mundial con el cuarto mejor coche de la parrilla, y en cuatro carreras se situó segundo en la clasificación tras sumar dos quintos puestos y dos podios. Fue un inicio espectacular que nos hace preguntarnos si tiene lo necesario para ser campeón del mundo.

Rosberg llevó a cabo una temporada similar a la de Kubica, puntuando en todas las carreras en las cuales logró terminar, excepto en una, y sin cometer prácticamente errores. Durante la parte media del año sus resultados, aunque regulares, no fueron especialmente brillantes, con la excepción de Silverstone, donde consiguió subirse al podio por tercera vez.

Tres abandonos en la parte final de la temporada, dos de ellos causados por problemas mecánicos y uno, en Corea, por un accidente que no pudo evitar cuando se perfilaba a completar una gran carrera, desinflaron un poco sus números, pero con sus actuaciones en Interlagos y Yas Marina consiguió terminar el año justo por detrás de los seis pilotos con monoplazas ganadores, y a sólo dos puntos de Felipe Massa. Conclusión, otra gran temporada, y van dos consecutivas, para un piloto extremadamente regular que sabe aprovechar las ocasiones que se le presentan y que probablemente haría grandes cosas si su monoplaza se lo permitiese.

6.Lewis Hamilton (7.5)

En 2009 entregó su trono al que a posteriori se convertiría en su compañero de equipo, Jenson Button, y en este 2010 sólo tenía una cosa en mente: recuperarlo. Para ello, Hamilton llevó a cabo una primera mitad de temporada sublime en la que se convirtió para muchos en el máximo aspirante al título.

Su problema mecánico en Montmeló fue el único pero a una primera parte del año en la que consiguió seis podios de diez posibles y encadenó cuatro carreras consecutivas sin bajarse del segundo escalón, con sus victorias en Turquía y Canadá y sus segundos puestos en Valencia y Gran Bretaña. Cierto es que en el GP de Europa se vio muy favorecido por la FIA, pero eso no restaba demasiados méritos a un inicio de temporada extremadamente sólido.

Después de que su monoplaza le dejase tirado en Hungaroring, las carreras de Spa y Monza se presentaban como dos exámenes a superar con nota. En Bélgica lo consiguió, haciéndose con una victoria que se le resistía en su historial, pero en Italia cometió el primero de dos errores encadenados que le costarían definitivamente el título. Sus incidentes en Monza y Marina Bay le hicieron perder enteros y mancharon parcialmente un año que estaba siendo impecable para el británico.

Al menos logró llegar a Abu Dabi con opciones de título, y sumó dos podios en las cuatro últimas carreras para terminar el año en cuarta posición, pero no cabe duda de que podría haber conseguido algo más si no hubiese fallado en momentos clave. Eso sí, resumiendo su temporada, hay que reconocer que ha estado a la altura de lo que se esperaba de él, y en momentos incluso por encima de las expectativas.