Tras un año en el que McLaren tardó en encontrar el camino hacia la victoria, y en el que el campeón del mundo de 2008 no pudo defender su título como le hubiese gustado, las cosas han cambiado mucho para la escudería de Woking en esta temporada. Lewis ha conseguido tres victorias y un total de ocho podios que le han permitido mantenerse en posiciones cabeceras durante la totalidad de la misma.
Aunque las cosas podrían haber empezado mejor, consiguió estrenar el año con una gran calificación para después subirse al podio en Bahrein. El MP4-25 no le permitió demasiadas florituras en las siguientes carreras, y mientras su compañero de equipo vencía en Australia y China gracias a una acertada estrategia, su mejor resultado en las siguientes carreras fue el único podio conseguido en Shanghai. Tras su abandono en España y el quinto puesto de Mónaco, cayó al séptimo puesto de la tabla, por detrás incluso de Robert Kubica.
A partir de ese momento, y coincidiendo con el bajón de rendimiento de Ferrari, Hamilton logró cuatro podios consecutivos sin bajarse del segundo escalón en Turquía, Canadá, Europa y Gran Bretaña, haciendo verdaderas demostraciones de talento y sacando a relucir su brillantez como piloto.
Tras su carrera local, Hamilton era un sólido líder que poseía 12 puntos de ventaja respecto al segundo en discordia, Mark Webber, y parecía despuntarse como firme candidato al título, apoyado por un monoplaza que había superado al F10 en cuanto a rendimiento y cometiendo menos errores que sus rivales.
La resurrección de los italianos en Alemania no le afectó demasiado, ya que con su cuarto puesto aumentaba la ventaja respecto a los Red Bull, que a priori iban a ser sus rivales más directos. Sin embargo, todo se empezó a torcer en Hungría, cuando su monoplaza le dejó tirado y perdió el liderato.
La extraordinaria victoria en el Gran Premio de Bélgica iba a quedar ensombrecida por sus dos graves errores en Italia y Singapur, donde fue el causante de dos accidentes en los que sólo él saldría mal parado. Su quinto puesto en Japón no le ayudó, y en apenas tres carreras había pasado de ser el máximo candidato a prácticamente tener el mundial perdido, saliendo de Suzuka a 28 puntos de Mark Webber.
La debacle de Red Bull en Corea le ha dado un balón de oxígeno, ya que con su segundo puesto se mantiene vivo en el campeonato, pero su situación continúa siendo verdaderamente complicada. Tener por delante suya a un piloto de cada escudería rival es un problema a mayores de la propia desventaja de puntos, pues además de no depender de sí mismo, probablemente necesitará que ambos cometan algún error si quiere alzarse con el que sería su segundo entorchado.
Hasta el final nada está decidido, y de eso nos dio una buena lección el propio Lewis en 2008. No debemos descartarle aún, pues a pesar de que bajo presión continúe cometiendo errores, es otro de esos pilotos que cuando sacan lo mejor de sí son capaces de conseguir cualquier cosa.
Que bueno es Hamilton. Y que cagadas comete. Si no existiese Lewis en la F1 habría que inventarlo, a veces pienso que debería madurar un poco, pero tal vez pierda algo de lo que tiene...
ResponderEliminarTener posibilidades a estas alturas con el coche que les ha tocado este año (o mejor dicho, con el coche que les ha tocado a los de Red Bull) es de chapó para los McLaren. A mi me parece que lo han hecho muy seriamente y chino-chano-chino-chano le han sacado un jugo que casi no tenía, y ahí están.
Hola!
ResponderEliminarCreo que Hamilton lo tiene mucho peor que los demas, con la excecion de Button. En Brazil dominaran los Ferrari y en Abu Dhabi los Red Bull.
Saludos,
Ricard
PD: He publicado la entrevista que me hicieron en Luz de Gas Radioblog.