Tras la tormenta suele venir la calma, y la tensión alrededor del 'affair' malasio de Red Bull ya se ha liberado en gran medida cuando nos acercamos al GP de China. El ya famoso código 'Multi 21' ha sido objeto de duras críticas y también de bromas graciosas, pero los aficionados esperamos que no se vuelva a repetir algo similar en próximas carreras. Y no, no lo digo por la existencia de las órdenes de equipo, ese debate lo considero zanjado desde el momento en el que se ha demostrado que existen si se permiten y existirán aunque se prohíban, y personalmente prefiero que se den directamente a que lo hagan en codigo cifrado... pese a que quizás el de Malasia no sea el mejor ejemplo, claro.
Dicho de otro modo, no me puede parecer mal que un equipo dé órdenes a sus pilotos en un deporte de equipos, en el que sí hay en juego títulos individuales, pero en el que además hay muchos intereses económicos que en ocasiones no merece la pena arriesgar por un berrinche individualista. ¿Fue eso lo que ocurrió en Red Bull en Malasia? Quizás, aunque todavía no termino de comprender qué interés tenía el equipo en dar una orden de equipo inversa, dejando a su piloto más fuerte detrás. Lo más lógico que se me ocurre es que les vendría bien una victoria así de Webber para asegurarse su lealtad durante el resto del año, al fin y al cabo ya estamos acostumbrados a ver al australiano ganar en la primera parte de la temporada y desinflarse después. Cabe entonces preguntarse qué consecuencias puede tener el arrebato de Sebastian al robarle la cartera cuando menos se lo esperaba.
Debemos tener en cuenta también que Mark habría salido como líder del mundial de Sepang de haber ganado esa carrera, aunque personalmente no lo considero de gran relevancia, ni pienso que Vettel fuese pensando en los números de su compañero cuando le metió el hachazo en la recta de meta. Creo que el alemán tenía ganas de ganar, ganas de sacar más terreno a sus rivales, entre los que se encontraba un Alonso que sumaba cero puntos. ¿Hay algo malo en ello? Evidentemente no, un campeón sin hambre de victoria no es tan campeón, y si además tienes una oportunidad y eres consciente de que tus acciones no van a tener consecuencias negativas si todo sale como esperas, te arriesgas. Ese es otro apunte clave en esta situación, Seb sabía que nadie en Red Bull le castigaría por su desobediencia, y eso juega muy a su favor.
A lo que iba, ¿qué consecuencias puede tener entonces esta maniobra para Vettel, Webber o Red Bull? La más evidente es crear al enemigo en casa. Mark ha sido un gran aliado para el alemán en muchas ocasiones, como en Abu Dabi 2010 pese a estarse ambos jugando el título, y aunque también ha tenido sus momentos de tensión y de plantar cara a un equipo en el que era el claro número 2, al final no le ha quedado más remedio que aceptar la superioridad del ahora tricampeón del mundo. Su lealtad al equipo podría, sin embargo, terminar de romperse tras lo sucedido en Malasia, y Vettel podría encontrarse con un compañero de equipo enfadado y con ganas de venganza en próximas carreras... si es que consigue alcanzarle. Nunca sabes cuándo podrás necesitar la ayuda de tu compañero, por muy superior que seas a él, y si no que se lo pregunten a Fernando Alonso en el GP de Estados Unidos del año pasado.
¿Peligra entonces el título de Red Bull o el de Vettel? Tampoco llegaría tan lejos, es evidente que nadie va a dejar que esta situación se coma al equipo y genere una autodestrucción similar a la de McLaren en 2007. Estamos hablando de algo totalmente distinto, de un equipo que no sólo ya ha tenido que lidiar con situaciones similares e incluso peores (véase Turquía 2010), sino que también tiene claro quién es el número uno desde hace cuatro temporadas. Que no celebrasen el doblete en Malasia no significa que en el futuro no les esperen más celebraciones, aunque será interesante ver cómo evoluciona la relación con Webber en próximos Grandes Premios, teniendo en cuenta que es muy probable que el australiano abandone Red Bull y/o la Fórmula 1 al término de este 2013.
"Lo siento, me he equivocado y no volverá a ocurrir"
Hasta aquí he analizado lo básico de entre todo lo que sucedió en el seno de Red Bull durante y tras la última carrera disputada. Pero hay más, y habrá aún mucho más que ni siquiera podremos ver. Fijémonos en el podio de Malasia, allí nos encontraremos más tristeza y seriedad que en Force India tras su problema con las paradas en boxes. ¿A qué viene esta tristeza cuando uno acaba de lograr una victoria y otro su primer podio con su nuevo equipo? La de Webber puedo llegar a comprenderla, pero las otras dos no. Sí, la de Hamilton no era la mejor de las situaciones en un equipo que nos han vendido como idílico, con la mejor pareja de pilotos de la parrilla y un ambiente genial que no lo fue tanto durante lasúltimas vueltas del GP. Pero la de Vettel... ¿por qué Sebastian no celebró la victoria?Esa es la pregunta clave aquí, por muy obvia que parezca, a mí no me lo parece tanto. Si Vettel atacó a Webber fue porque sólo contemplaba salir de Malasia con la primera victoria del año bajo el brazo. Pero entonces llega la hora de los cuentos, el 'vamos a contar mentiras', y el campeón nos comenta que no era consciente de la orden que había emitido Red Bull. Una de dos, o la radio no le funcionaba, o no se había repasado la lección y aprendido los códigos internos antes de la carrera. Muy mal, pequeño Seb, pero peor aún es decir que si volviese a estar en esa situación habría dejado ganar a Webber. ¿Qué pretendes solucionar con tu falsedad? ¿Acaso te entró pánico al ver a Webber enfadado y pensaste que así recuperarías su lealtad? ¿Por qué no dices que querías ganar y punto, si el 'daño' ya está hecho? Personalmente, no me sentí decepcionado ni molesto con la actitud del tricampeón sobre el asfalto, pero sí mucho con la actitud del tricampeón tras la carrera. Me basta con comparar la situación con la de Ferrari en Alemania 2010, y aunque también había una comprensible tensión en ese podio, recuerdo a Fernando Alonso satisfecho por la victoria y defendiendo que, como le dijeron a Massa por la radio, había sido el más rápido.
Lo mismo me sucedió con Lewis Hamilton. Como comentaba antes, con la llegada del británico a Mercedes nos vendieron una situación idílica en el seno de la escudería alemana, pero al final se ha demostrado en tan sólo dos carreras que existe una clara jerarquía. Probablemente a Rosberg no le haga mucha gracia que, tras haberse topado de forma inesperada con Schumacher, ahora esté en una situación parecida o peor con Hamilton. Evidentemente, Lewis es un piloto con un talento descomunal, pero en Malasia fue Nico quien mereció subir al podio. Sí, eso fue lo que dijo el propio Hamilton tras la carrera, y me parece lamentable al igual que lo de Vettel, y más si pensamos que esto no fue algo improvisado, o en otras palabras, que Lewis trae la etiqueta de 'número 1 del equipo' de serie con su contrato. ¿Por qué estar triste entonces? ¿Para no perder el buen rollo con Rosberg? ¿Para no dividir al equipo?
Resumiendo, y tratando de sacar una conclusión como espectador y aficionado, no me parece comprensible ni correcto que se intente solucionar con falsas palabras lo que sobre el asfalto ya ha quedado suficientemente claro, y menos cuando el mayor error que cometes es terminar por delante de tu compañero de equipo. Bendito error.
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