Los abandonos de Mark Webber y Sebastian Vettel en el Gran Premio de Corea, unidos a la victoria de Fernando Alonso, su quinta esta temporada, han dado un golpe de efecto a uno de los mundiales más disputados e igualados de los últimos tiempos. Tras lo sucedido en la antepenúltima prueba del año, la pelota está ahora en el tejado de Red Bull, y son éstos los que han de saber voltear la situación a su favor.
A falta de tan sólo dos carreras para el final, el asturiano cuenta con un colchón de once puntos, pero en la escudería austríaca pretenden seguir jugando con fuego hasta el final. El RB6 es el mejor coche, lo ha sido durante toda la temporada, a excepción de algunos momentos puntuales como el Gran Premio de Italia, pero su rendimiento los domingos tiene poco o nada que ver con el de los sábados. Ésto no es un secreto, como tampoco lo es el hecho de que la escuadra liderada por Horner ha pretendido y aún pretende coronar, a pesar de todo, a la joven promesa. Es su apuesta de futuro, y quieren que sea una realidad cuanto antes.
Sin embargo, Vettel se encuentra en una posición comprometida tras su inoportuna e inesperada rotura de motor, que le ha situado a una carrera de distancia de Alonso, con sólo 50 puntos en juego. Eso implica que, a diferencia de su compañero, no depende de sí mismo. La estrategia de los austríacos es sencilla. Seguirán manteniendo vivo a Seb hasta que se vean en la obligación de apostar por Mark. Como toda estrategia, puede terminar saliendo como esperan, o convertirse en la confirmación definitiva de que han hecho mal las cosas.
Lo ideal para ellos sería lograr dos dobletes, algo que puede ocurrir, aunque "sólo" lo hayan conseguido tres veces esta temporada (recordemos que en calificación han copado la primera fila hasta en ocho ocasiones). Partiendo de la base de que no siempre materializan sus resultados de calificación, podría considerarse como riesgo no parar a Vettel en Brasil si Alonso, como viene ocurriendo últimamente, se mantiene al acecho.
Y es que el español se ha posicionado como la alternativa, al no haber fallado en las últimas cuatro carreras y haber sumado 90 de los últimos 100 puntos posibles. Subirse al podio en Interlagos y Yas Marina no parece una locura, y de lograrlo dejaría automáticamente fuera de la pelea a Vettel, haga lo que haga el teutón, obligando a Red Bull a decantarse por Webber.
Fernando ha sabido aprovechar sus oportunidades, y de momento Red Bull sólo ha sabido desaprovecharlas. Antes de iniciar su tremenda remontada ya se comentaba que el piloto de Ferrari estaba en una posición ventajosa respecto a sus máximos rivales al tener el apoyo total de su equipo. Ahora posee también una ventaja real en la clasificación, y a los chicos de las bebidas energéticas se les termina el tiempo. En sólo dos semanas sabremos si han tomado las decisiones correctas o se lamentan tras no haber triunfado con un coche ganador.
Y como metan un poco la pata, hasta McLaren les quita el campeonato de equipos. Y Newey (Por mucho que le endiosemos) es humano y no siempre le va a salir un coche ganador con esta superioridad con el resto.
ResponderEliminarNo ganarlo todo con este coche es un fracaso. Yo ya lo tildaría de desastre, y sería más salvar los muebles que otra cosa.
sigo pensando como está todo, que se pueden quedar sin nada los red bull.. me parece que deberían apoyar a webber no queda otra, si vettel gana y webber queda 2do o menos, pero alonso entra en el podio van a perjudicar a webber.. no se me parece que ya lo que hacen no es por "igualdad" sino por orgullo, y eso puede acabar mal. saludos!
ResponderEliminarHombre, el de constructores es muy complicado que se les escape. De hecho sería un auténtico desastre no ganarlo y tendría que pasar algo muy extraño para que eso ocurriese. Sin embargo el de pilotos, aunque lo tienen al alcance de la mano, es menos difícil que lo puedan perder.
ResponderEliminarSi se hubiesen decidido antes ya tendrían ganado el mundial de pilotos. La actitud de Red Bull es muy loable paro la de Ferrari es más práctica.
ResponderEliminar@J. Arce, loable es su discurso de igualdad para los dos pilotos, no así su actitud, que ya hemos podido ver hacia qué lado van sus preferencias, y si no que se lo digan a Webber.
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