La recta final de uno de los campeonatos más igualados de los últimos tiempos se inicia esta semana con una carrera que nos trae a la memoria recuerdos de toda índole, a pesar de su exigua historia en la Fórmula 1.
Será el primero de los cinco Grandes Premios que echarán el cierre a la presente temporada, el de Singapur. Un circuito que irrumpe en las calles de la ciudad homónima de la península malaya, y cuyo diseño a base de curvas de noventa grados parecía presagiar carreras faltas de emoción. Sin embargo, este Gran Premio es un reto para pilotos y equipos, además de un espectáculo único para el espectador.
Marina Bay se ha convertido en uno de los trazados más exigentes del calendario, en el que los pilotos han de cambiar de marcha en 76 ocasiones por vuelta durante los 61 giros que se realizan en carrera. Los frenos cobran una importancia vital, ya que su desgaste es extremadamente alto, como los pilotos de Red Bull y Toro Rosso pudieron experimentar el pasado año (Webber sufrió un accidente por causa de ello y Alguersuari fue obligado a retirarse de la prueba ante el riesgo de que le ocurriese lo mismo).
Es sin duda lo más parecido a Mónaco que vemos durante la temporada, pues ambos tienen muchas características en común. Todo ello implica que, al igual que ocurre con Montecarlo, en Marina Bay el piloto tiene una mayor importancia respecto a otros trazados del campeonato. La primera carrera nocturna de la historia de este deporte se ha disputado ya en dos ocasiones, y en ambas hemos podido ver cómo la calidad del piloto sobresale en ocasiones por encima del potencial de los monoplazas.
Es evidente que en 2008 el resultado final fue tergiversado, pero analizando los tiempos de los entrenamientos y de la propia carrera vemos a pilotos como Alonso, Kubica o Rosberg destacando con monoplazas inferiores. Lo mismo ocurrió el pasado año, donde Hamilton venció con un coche a priori inferior a los Red Bull y los Brawn, mientras Rosberg, que marcó el mejor tiempo en Q2 el sábado, peleó por el podio con su Williams hasta que cometió el error a la salida de boxes. Alonso terminaba tercero con un r29 al que exprimió al máximo por las calles singapurenses.
No debe ser casualidad que en ambas ocasiones hayamos visto cómo grandes pilotos sacan a relucir su talento y otorgan ese plus que sólo unos pocos poseen para lograr resultados que en otros trazados sería imposible conseguir. Por todo ello considero que tendremos un gran fin de semana por delante, ya que a diferencia de las otras cuatro que nos quedan, en esta carrera no parece que vaya a haber un monoplaza dominador.
Mark Webber tiene el mundial muy de cara, al poseer una ventaja de puntos y también de motor respecto a sus cuatro rivales, además de tenes un coche que debería ser superior en circuitos como Suzuka. Son precisamente sus rivales quienes han de aprovechar la oportunidad que Marina Bay les brinda para mantenerse vivos en la lucha por el campeonato. Alonso o Hamilton podrían ser los reyes de la noche por segunda vez, mientras otros como Kubica o Rosberg quizás estén ante su gran oportunidad de la temporada.
El rendimiento del monoplaza sigue siendo lo más importante en la Fórmula 1, aunque el factor humano es cada vez más relevante dada la creciente igualdad que vemos año tras año. En trazados complicados como Mónaco es donde ese talento sale a relucir en mayor medida. En Singapur, la noche es ese factor añadido que hace que las estrellas puedan verdadera y literalmente brillar.
Imágenes: Singaporegp.sg y Daylife
La intención de hacer un Mónaco en Asia puede ser muy loable, pero lo que se ha conseguido es otro aburrido circuito y para colmo sin el glamour de Mónaco.
ResponderEliminarSingapur a priori se veía como otro petardo más y al final se ha convertido en un GP algo interesante. No para convertirse en un clásico, pero si con unas dosis de espectacularidad decentes vistos despues de tantos peñazos creados últimamente en la F1. Veremos que nos depara este año la noche...
ResponderEliminarEso si, se va a remover de mierda este fin de semana... buff, que pereza nada más de pensarlo!!
no coincido con J. Arce, no es otro mónaco. VAlencia es otro Mónaco; Singapur con certeza está dejando una marca de emoción en el campeonato. un espectáculo visualmente inmejorable, con pocos sobrepasos como todo circuito callejero pero con mucho glamour.
ResponderEliminardificilmente será hecha otra prueba nocturna tan espectacular
Yo tampoco estoy de acuerdo con Arce. En todo caso podríamos hablar de que Mónaco tiene una historia que Singapur no tiene, y obviamente eso no sería excusa. Evidentemente Marina Bay no es un circuito donde se puede adelantar, pero como indica F1 ALC son peores otros casos como el de Valencia, Bahrein, Montmeló...
ResponderEliminarEn Singapur hay unas exigencias mecánicas y físicas que hacen trabajar más al piloto. Creo que eso ya supone en cierta medida espectáculo, y unido a que es una carrera nocturna significa un alto atractivo para el espectador.