Cuatro ganadores de cuatro equipos distintos y cuatro líderes del mundial diferentes en las cuatro primeras carreras. Es algo que en toda la historia de la Fórmula 1 nunca había sucedido, hasta la actual temporada 2012. ¿Quién podía haber pronosticado algo mejor? Lo cierto es que parece difícil que alguien pudiese imaginar semejante cambio de posiciones carrera tras carrera cuando Sebastian Vettel se dedicaba a dominar casi a placer la mayoría de los Grandes Premios del año pasado. Las nuevas limitaciones impuestas por la FIA en el reglamento técnico están surtiendo efecto, y eso se comprueba echando un ojo a la parrilla de 2012, que está siendo una de las más disputadas e igualadas de los últimos tiempos.
Las diferencias en clasificación son minúsculas en comparación con las de los últimos años, y ya entonces podíamos decir que no eran demasiado grandes. En la Q2 del Gran Premio de China vimos a once pilotos separados por tres décimas de segundo, mientras que en la misma ronda de Baréin la diferencia entre los diez pilotos que pasaron a la Q3 fue de tan solo cuatro. En ese estrecho margen se mueven hasta siete equipos diferentes, cambiando de posiciones incluso drásticamente ante las más mínimas modificaciones las condiciones o características que se encuentran en cada circuito.
Eso es, seguramente, lo que más nos sorprenda y más nos cueste analizar en profundidad de esta temporada. Quien consigue estar en cabeza en un circuito, al siguiente fin de semana de Gran Premio puede estar fuera del podio o incluso luchando simplemente por puntuar. Es lo que le ha sucedido a Mercedes en Baréin, donde ya se esperaba que no estuviesen tan bien como en China debido al incremento de las temperaturas. Todo lo contrario que el caso de Lotus, quienes llegaban a Sakhir buscando el podio que se les estaba escapando confiando en que el calor les ayudase.
Así llegarán los equipos a los test de Mugello (1, 2 y 3 de mayo)
¿Seguiremos viendo esta alternancia en los próximos eventos del calendario? Probablemente muchos seamos los que nos hagamos esta pregunta ahora mismo y pocos, o ninguno, tenga la respuesta. Tras las cuatro primeras citas regresan los test durante la temporada, con tres días de pruebas en Mugello que van a ser muy importantes teniendo en cuenta cómo está todo. McLaren ha sido el equipo más consistente en cuanto a rendimiento en estas primeras carreras, y prueba de ello es que Lewis Hamilton ha partido siempre desde la primera fila de la parrilla pese al baile de puestos del resto. Sin embargo han cometido demasiados errores, especialmente en sus paradas en boxes, que les han costado una gran cantidad de puntos en ambos campeonatos. Quién sabe si se tendrán que arrepentir de ello en el futuro.
Red Bull también ha mostrado una buena regularidad, pese a que sus problemas no estuvieron tan relacionados con errores humanos en carrera como con la búsqueda del camino a seguir aerodinámicamente hablando. En China, Sebastian Vettel probó una configuración de escapes más estándar que el equipo austriaco había empleado al inicio de los test de pretemporada. El alemán no estaba contento con la nueva distribución que canalizaba el aire hacia una zona inferior y más cercana al difusor. Es por ello que utilizaron los entrenamientos libres en Shanghái para realizar una comparación en pista de ambas soluciones, y aunque Seb quiso seguir adelante con la vieja, salieron de allí sabiendo que la más moderna era mucho más ventajosa. Solo una semana después, en Sakhir, Vettel se marcaba un hat-trick y confirmaba que el RB8 es un candidato al título. Mark Webber, que ha utilizado la configuración más reciente en las cuatro carreras, ha terminado en cuarta posición en todas ellas, un dato que no por ser curioso deja de ser interesante en cuanto a lo que por sí dice de la regularidad del monoplaza en cuestión.
Estos dos equipos, pese a las variaciones, siguen pareciendo tener las de ganar al final de este 2012. Mercedes y Lotus han tenido su momento de gloria con una victoria y dos podios respectivamente, pero su rendimiento ha dado claros altibajos durante este inicio de temporada. Los de Brackley empezaron sufriendo problemas mecánicos y sumando un único punto en dos carreras en las que la degradación parecía ser de nuevo su mayor quebradero de cabeza. En China caminaban hacia un posible doblete histórico que se vio truncado por un error humano en boxes, pero sí pudieron lograr la victoria con la ayuda de unas temperaturas más bajas.
En lo que respecta a la escudería de Enstone, la cosa no pintaba mal en Australia con Romain Grosjean en la tercera posición de la parrilla pese al error de cálculo que dejó a Kimi fuera de la Q2. Pero sendos abandonos del francés en la primera vuelta de las dos primeras carreras, y unas posiciones en parrilla no demasiado buenas del finlandés (con sanción incluida en Malasia, todo hay que decirlo) hicieron que los resultados del equipo no estuviesen a la altura de lo que esperaban. En China Kimi clasificó mejor, pero se hundió al final de la carrera por culpa de una estrategia demasiado arriesgada que aniquiló a sus Pirelli. Finalmente, en Baréin cumplieron, pese a no clasificar bien de nuevo, y mostraron un ritmo de carrera excepcional que quizás solo puedan sacar a relucir cuando la temperatura sea muy elevada.
Por detrás de ellos, otros dos equipos han logrado resultados exitosos en este inicio de la temporada, aunque no parece que puedan estar a la altura de repetirlos por el momento. El primero de ellos es Ferrari, que dio la campanada en Malasia con la victoria de Fernando Alonso, pero que todavía tiene mucho camino por recorrer para volver a meterse en las posiciones en las que se encontraba en 2010. El otro es Sauber, que logró un podio en esa misma carrera marcada por la lluvia gracias a un excepcional Sergio Pérez, y que un Gran Premio más tarde situó a uno de sus monoplazas en la segunda fila de la parrilla. Si todavía vamos más atrás, la situación continúa estando igualada, pero los objetivos a corto plazo de equipos como Williams, Force India o Toro Rosso tampoco pasan por hacer podios o lograr victorias, sino más bien por sacar el mayor número de puntos posible de cada carrera.
De todos modos, y aunque uno siempre busca sacar conclusiones echando un vistazo global a todo lo que ha sucedido hasta el momento, este año parece imposible poder prever lo que va a suceder en la pista, y nos adentramos en cada Gran Premio con la emoción que produce esa incertidumbre. El mundial de pilotos da los mismos vuelcos que los resultados de las carreras, y el que hoy está al frente mañana puede ver como otro le roba su privilegiado lugar. No hay una única clave para ser campeón en 2012, ya que para tener regularidad y consistencia hace falta poner una gran cantidad de factores de tu lado en cada circuito. Debes saber que la gran igualdad va a hacer que el más mínimo error te cueste unos valiosos puntos, por lo que todo tiene que encajar para que termines un fin de semana con la sensación de haber tenido la justa recompensa a tu trabajo y el de tu equipo. Nosotros, como meros espectadores, nos limitaremos a disfrutar de esta lucha que, de momento, está rozando lo épico. Probablemente ahora mismo no nos importe tanto quién será campeón en noviembre como qué sorpresas nos deparará la próxima carrera.
Opino igual que tú, este es uno de los campeonatos más emocionantes que he visto, el hecho de no saber quién ganará le da un plus perfecto. Si Ferrari en verdad cumple con lo que dice, no sé, podría ponerse en la lucha, han habido tantas sorpresas este año, que puede pasar de todos., saludos
ResponderEliminarYo en Ferrari no confío demasiado, la verdad. Pero sí, es impredecible ahora mismo, tal y como están las cosas. Deberían dar un salto cualitativo muy grande, o al menos a mí me parece grande la distancia que les separa de la cabeza.
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