28/7/16

Dobles banderas amarillas y tarjetas rojas

Captura de la onboard de Nico Rosberg en su pole de Hungría con la doble bandera amarilla

La polémica suscitada por la vuelta que le valió la pole a Nico Rosberg en el pasado Gran Premio de Hungría se ha trasladado ya a Hockenheim y su llama continúa viva. Su principal rival por el título y desde el pasado domingo nuevo líder del mundial, Lewis Hamilton, es el encargado de portar la antorcha hasta territorio alemán, siendo muy crítico con la decisión tomada por los comisarios de la FIA y expresando su preocupación por el hecho de que "siente un precedente peligroso" para el futuro.


No le falta razón al piloto inglés a la hora de evaluar la situación desde el punto de vista de la seguridad. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el precedente ya existía, y de hecho sólo tendríamos que remontarnos dos Grandes Premios para ver una maniobra similar bajo doble bandera amarilla. Claro que cuando Nico Hülkenberg levantó el pie y perdió sólo 4km/h en la recta de Austria no estaba luchando por la pole ni era un rival directo por el título. Llama la atención que este tipo de polémicas se desaten cuando se producen en la parte superior de la parrilla o afectan a pilotos que luchan por el mundial. Algo similar a que Grosjean se comiese una exclusión en Spa 2010 y otros como Maldonado campasen a sus anchas por la parte media-baja.


Rosberg sólo se encontró un tramo con bandera amarilla

Se ha destacado esta semana, y el propio Hamilton lo ha apuntado ante la prensa, que la forma de actuar habitual cuando se presenta una situación de doble bandera amarilla es la de aminorar y estar preparado para detenerse. La cuestión es que cuando Rosberg llegó al lugar donde se produjo el incidente, la única doble bandera amarilla que se encontró fue en el tramo que se iniciaba en la aproximación a la curva en la que levantó el pie del acelerador un segundo antes de pisar el freno, algo que los comisarios aceptaron como suficiente. Posteriormente, y dado que el McLaren ya no se encontraba la zona del trompo, la doble amarilla cambió a amarilla simple en el siguiente tramo (algo que se puede apreciar perfectamente en la onboard de su vuelta), a diferencia de lo que ocurrió en casos como el de Hamilton, que tuvo que aminorar y prácticamente detener su monoplaza al encontrarse a Alonso esperando para reincorporarse. He ahí que Rosberg pudiese continuar con normalidad su vuelta y que, gracias a la constante mejoría de un asfalto aún tocado por la humedad de la lluvia caída previamente, pudiese mejorar en el resto de tramos, marcar el récord del segundo sector y mejorar su vuelta.


Mientras su compañero reclama una mayor claridad y expresa que la FIA no tiene un criterio claro, Rosberg comentó en la rueda de prensa posterior a la carrera de Hungaroring que ya sabía cómo debía actuar, prueba de que ya tenía en mente las acciones que previamente habían pasado sin sanción por los despachos, y con la seguridad de que no había hecho nada diferente a aquellos que no habían sido penalizados con anterioridad. Esto no supone un argumento en contra de que la FIA deba ponerse seria con este tema, a diferencia de lo que se está comentando en algunos medios, y de hecho tampoco contradice lo expuesto por Hamilton en materia de seguridad, aunque sí sea un punto de vista opuesto en el análisis de la acción en particular.

Nico Rosberg y Lewis Hamilton en el podio del GP de Hungría 2016
Es cierto que el criterio de la FIA en relación a las banderas ha cambiado desde el accidente de Bianchi en Japón, pero no tanto en la forma en que los pilotos actúan como en la escala en la que se enseñan los distintos símbolos. De ello podemos encontrar claras pruebas en la misma sesión clasificatoria en la que se desató la polémica en Mercedes, con las numerosas banderas rojas y constantes retrasos que la llevaron a acercarse a las dos horas de duración.

Cuando se produce un accidente en clasificación, se saca la bandera roja en lugar de esperar con una amarilla en según qué casos y dependiendo de la ubicación del monoplaza. Cuando sucede en carrera, se utiliza el recientemente incorporado Virtual Safety Car (VSC) en lugar de sacar una bandera amarilla en los casos de accidente menor. La doble bandera amarilla que antes se podía ver en casos en los que se requería la salida de comisarios a la pista o casos en los que el propio piloto se baje del coche en una zona no segura, es ahora bandera roja en clasificación y VSC o Safety Car en carrera. La doble bandera amarilla en Hungría no es comparable a la doble amarilla de Japón 2014, pues no hablamos de una situación que requiera la presencia de comisarios o grúa en la pista ni de que un piloto se esté bajando de su monoplaza.

Hechas estas aclaraciones sobre la maniobra en particular y los precedentes de Austria, donde como indico en el tuit de arriba hubo tres pilotos sancionados por este motivo y uno exento de penalización, podemos volver al debate sobre la seguridad. Si los pilotos y la FIA consideran que este tipo de acciones son inseguras o envían un mensaje incorrecto sobre la seguridad en la competición, por supuesto que deberían tomarse las medidas adecuadas para evitarlo. Bastaría con anular cualquier vuelta en la que un piloto se encuentre una doble amarilla, o aclarar cuánto se debe aminorar en cada caso teniendo en cuenta para qué se utiliza actualmente cada indicador de seguridad. Por este motivo se producirá un debate durante el Gran Premio de Alemania, y será a ellos a quienes les corresponda discutir si dos banderas amarillas deben equivaler a una tarjeta roja.

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Desde su nacimiento en 2008, más de 500 publicaciones tratan de plasmar en palabras la actualidad, las opiniones y sentimientos de su autor sobre un mundo complejo pero apasionante como es el de la F1.


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