14/4/15

Mercedes busca control ante la amenaza de Ferrari


La victoria de Lewis Hamilton en el Gran Premio de China 2015 no sólo ha permitido al piloto inglés incrementar su ventaja al frente del mundial, sino también establecer una superioridad psicológica que poco a poco parece estar minando la moral de su compañero en Mercedes, Nico Rosberg.


La reacción del alemán al término de la carrera del domingo nos evocó a lo sucedido en Mónaco de la pasada temporada, aunque en esta ocasión los papeles estuviesen totalmente invertidos. Como ya sucediese entonces, la polémica generada ha sido excesiva para una situación con un remedio muy simple: ser más rápido en el momento adecuado.

En ese terreno es Hamilton quien está ejerciendo un dominio absoluto desde el inicio del año, a lo que debemos añadir su superioridad al término del anterior, la cual le llevó en volandas hacia su segundo título mundial ante una escasa capacidad de reacción de Rosberg. Las excesivas quejas del piloto teutón este fin de semana dejan entrever que Lewis también manda ahora en el terreno psicológico, y para muestra sólo hay que ver su reacción inmediata ante las numerosas acusaciones de su rival. Si las pretensiones de Rosberg pasaban por desestabilizarle fuera de la pista, la respuesta no pudo haber sido más clara: "Si Nico quería pasarme pudo haberlo intentado, pero no lo hizo."

Rosberg, Hamilton y Vettel en la rueda de prensa posterior a la carrera del GP de China 2015
Aunque la diferencia de 17 puntos que existe entre ambos después de estas tres primeras carreras no sea excesiva en términos matemáticos, el hecho de que en tan corto periodo de tiempo se genere este conflicto deja claro que esa distancia pesa mucho más en la mente de Rosberg. En las últimas doce carreras disputadas Nico sólo ha conseguido superar a Lewis en una ocasión, con un balance de ocho triunfos para el inglés por una única victoria del teutón, una tendencia que no tiene visos de cambiar en el futuro inmediato. En clasificación, Hamilton también tiene ahora la delantera después de haberse visto superado en el global de la pasada temporada, encadenando tres poles consecutivas que han servido para alimentar la frustración de Rosberg. Nico deberá controlar dicha frustración fuera de la pista y canalizarla de alguna manera en resultados sobre el asfalto, o de lo contrario verá cómo sus opciones de título se evaporan rápidamente, para alegría de un motivado y relajado Hamilton.

El factor Ferrari

Los dobletes logrados por Mercedes en Australia y China les mantienen como claros favoritos en la lucha por ambos Campeonatos del Mundo, pero no debemos pasar por alto que Ferrari, y en particular Sebastian Vettel, están ahora mismo metidos en dicha pelea por méritos propios. Cierto es que tras sólo tres Grandes Premios disputados y con la temporada europea aún por arrancar, momento en el que las fábricas trabajarán a pleno rendimiento, aventurarse a pronosticar que los de Maranello se mantengan en liza hasta el final es demasiado arriesgado, especialmente teniendo en cuenta sus fracasos en pasadas temporadas; pero en el supuesto de que su presión sobre Mercedes se mantenga o incluso se intensifique, hablaríamos de un factor añadido para Mercedes a esa batalla interna en ciernes, además de inédito tras su paseo triunfal en 2014.

La victoria de Vettel en Malasia pudo haber sido fruto de las extremas temperaturas y la mejor conservación de los neumáticos bajo dichas condiciones por parte del SF15-T, teoría que se ve reforzada por lo sucedido en China, donde Mercedes consiguió aguantar en las tandas con los neumáticos blandos y sacar ventaja con los medios ante la mayor dificultad del Ferrari para hacerlos entrar en calor. Pese a ello, en Shanghái Vettel también consiguió presionar a las Flechas Plateadas, y aunque siempre existió la sensación de que los de Brackley tenían la situación controlada, Ferrari volvió a influir en la ecuación al impedirles tomar riesgos con el fin de asegurarse llegar al final de cada tanda con las gomas en buen estado.

Nico Rosberg rodando delante de los Ferrari en el GP de China 2015
Cabe también tener en cuenta que las quejas de Rosberg no fueron en vano ni carentes de fundamento, pues precisamente esa necesidad de controlar el desgaste de los neumáticos le llevó a no intentar un ataque sobre Hamilton que hubiese puesto en riesgo su segunda posición, y el equipo reconoció su parte de razón cuando ordenó a Lewis incrementar su ritmo. Sin embargo, afirmar que el británico le estaba perjudicando a propósito es llegar demasiado lejos, ya que si su ritmo era demasiado lento se debía simplemente a una sobreprotección estratégica tras lo sucedido en Sepang, algo que el equipo debía tener en lo más alto de su lista de preocupaciones desde antes del inicio de la carrera.

La polémica que buscaba generar Nico con sus declaraciones posteriores a la carrera no hizo que la sangre llegase al río, pues desde el equipo han sabido controlar una situación en la que tampoco parece excesivamente complicado llegar a un razonamiento entre todas las partes. El propio piloto alemán dio por zanjado el asunto recientemente al reconocer que la solución a este problema pasa por ser el más rápido desde el sábado: "La peor parte del fin de semana fue perder con Lewis en clasificación por cuatro centésimas de segundo. Depende únicamente de mí ser esas cinco centésimas más rápido la próxima vez."

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Desde su nacimiento en 2008, más de 500 publicaciones tratan de plasmar en palabras la actualidad, las opiniones y sentimientos de su autor sobre un mundo complejo pero apasionante como es el de la F1.


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